A diferencia de la mayoría de usuarios de todo el mundo, no utilizo Windows ni Mac, o evito hacerlo. Ya en alguna oportunidad lo había explicado. Supongo que somos menos del 2% del total de usuarios comunes y corrientes en todo el mundo que usa Linux por lo menos en computadores de hogar, pues en cuanto a dispositivos móviles, Android, también de la familia Linux, tiene junto a iOS de iPhone el tan anhelado privilegio de ser el sistema operativo más popular del momento, posición que en algún momento tuvieron Blackberry, Motorola o Nokia, pero más por su tecnología que por su sistema operativo, que hace unos años realmente importaba poco. Pero, ¿Qué es Linux? Se trata simplemente de un sistema operativo, similar a Windows o MacOS, que apareció en 1991 como un proyecto libre al que cualquier persona ha podido acceder desde entonces para modificarlo y distribuirlo sin ninguna restricción. Como son miles de personas las que lo hacen, existen miles de distribuciones de Linux, a diferencia de Windows o MacOS, a las cuales solo tienen acceso al código los ingenieros de Microsoft y Apple.
En otras palabras, se trata, por un lado, de un proyecto privado y de un proyecto público, por otro. Y aquí encontramos el primer problema, que mientras Microsoft o Apple pueden dedicar todos sus esfuerzos y recursos económicos en un solo proyecto por el que la gente debe pagar, Linux no tiene un músculo financiero igual de poderoso porque sus distribuciones son gratuitas y al mismo tiempo todos los que trabajan sobre su plataforma pueden ir por su propio camino y en una sola dirección. Así, uno podría calcular que existen más de mil distribuciones de Linux mientras que de Windows o MacOS siempre hemos escuchado que hay una sola.
En cuanto a Linux, en los últimos años podemos rescatar a Ubuntu por su cómoda interfaz e igualmente a Android en dispositivos móviles. Pero por otro lado, hay distribuciones incómodas o bizarras como la de Hannah Montana. Y esto lo digo porque, si alguien quiere competir contra dos grandes de la tecnología como lo son Microsoft y Apple, debe trabajar en interfaces sencillas e intuitivas. Por eso el lema de Ubuntu es «Linux para seres humanos», porque durante mucho tiempo había que ser un experto para saber usarlo.
Y esto último es también un problema de toda la comunidad porque cada quien trabajando por su lado en proyectos complejos, en vez de trabajar todos juntos en un solo proyecto que sea sencillo o por lo menos en unos pocos lo que hace es fragmentar toda la colaboración. Sumémosle que incluso dos de las figuras más sobresalientes del Software Libre, como lo son Linus Torvalds, padre de Linux, y Richard Stallman, Fundador del Movimiento de Software Libre, andan cada uno por su lado. El primero, un tipo carismático del estilo de Bill Gates y Steve Jobs, trabajando callado y evitando referirse a Microsoft o Apple, y el segundo que se comporta como un extremista al que todo lo que se hace respecto al tema está mal, llegando incluso en una oportunidad alegrarse de que Steve Jobs ya no estuviera con nosotros. Una actitud que lo único que logra es despreciar los logros conseguidos hasta ahora con algunas de las distribuciones más populares de Linux, porque «no es Software Libre».
Pero finalmente ¿por qué Linux sigue siendo impopular entre gente común y corriente? Simplemente porque más del 90% de las personas crecieron con Windows y están cerradas ante cualquier cambio. Incluso hay quienes creen que si se compran un Mac no lo podrán usar, pero ya hoy es claro, por lo menos para quienes nos cansamos de Windows, que hay mejores opciones. Por ahí podría comenzar a despegar Linux.
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Parce el problema de linux es su complejidad a la hora de reconocer controladores, he tratado de instalar ubuntu 10.04 y la 11.10 en mi portatil y en una netbook y nunca he podido solucionar la cuestión de los controladores de wifi, las soluciones que se encuentran en foros no sirven para todas las tarjetas de red y hay procesos que se manejan desde el terminal que son algo complicados, por eso una persona con conocimientos informáticos bajos se le imposibilitaría usar linux, ese para mí es el punto debil.
Hola Bbustosr. Olvidé tener en cuenta ese detalle. Aunque el artículo es más a nivel macro esos detalles son importantes. Incluso a mí me ha pasado pero antes que regresar a Windows termino solucionándolo. En algún lugar de Internet alguien tiene la respuesta para lo que uno busca, aunque las cosas no deberían ser así de complicadas
Ubuntu Linux vs Windows tiene el problema que tiene dvorak vs qwerty: se adelantaron "los malos".