Hace unas semanas un amigo dejó las llaves dentro de su carro, y al no poder hacer nada para sacarlas optó por buscar en Google desde el celular a alguien que ofreciera el servicio de abrir puertas a domicilio, lo cual no tomó más de 30 minutos. Era de noche y no había tráfico.

La persona que llegó y le prestó este servicio prácticamente no se tuvo que esforzar para sacar de problemas a mi amigo. Lo hizo ver muy fácil. Fue por esto que al momento de pagar le preguntó si no se lo podría dejar más barato.

La respuesta del personaje fue que no podía: tenía que pagar por la publicidad de aparecer en Google.

¿Qué significa esto? Es posible que todos los productos y servicios que encontramos desde nuestro celular o computador tengan un costo adicional, pues de alguna manera las personas detrás de estos negocios tienen que recuperar el dinero que están invirtiendo para encontrar nuevos clientes.

E independientemente de si están pagando o no por click (CPC), esos anuncios que vemos en los buscadores en la parte superior, inferior o lateral derecha, por aparecer sin pagar por click en Google también hay que pagarle a una empresa o a un consultor que sepa del tema. O incluso si lo queremos hacer nosotros mismos y estamos dispuestos a aprender, vamos a invertir mucho tiempo que bajo otras circunstancias podríamos dedicar a trabajar en algo que nos genere dinero.

Esto era solo un ejemplo de cómo todas esas empresas que nos encontramos en Google cada vez que necesitamos un servicio puntual hacen que unos servicios que antes percibíamos como comunes tengan un costo mayor.

¿Esto qué quiere decir? Que aunque hoy un smartphone o un computador esté al alcance de todo el mundo a precios cada vez más bajos, esto hace que cualquier tipo de empresa ofreciendo X producto o servicio tenga más posibilidades de llegar a un público mayor de clientes potenciales.


Solo por ponerles un ejemplo, escriban ‘cerrajeros 24 horas en Google‘. Yo veo 8 empresas pautando. Es decir 8 empresas que le van a cobrar más al cliente final para seguir apareciendo ahí y al mismo tiempo recuperar su inversión.

Esto no se veía hace unos años, ¿cierto?

¿Cuál es la relación entre tecnología y costo de vida? Un ejemplo con el transporte público

 


Por otra parte, quiero poner el ejemplo de Tappsi, Easy Taxi y Uber, 3 aplicaciones móviles de servicio público que funcionan en mi ciudad. Las dos primeras sirven para pedir un servicio de taxi desde el celular sin llamar. El problema es que ambas aplicaciones se saturaron y hoy es prácticamente imposible pedir un taxi. Y si queremos ir a la calle a ver si uno nos lleva, tendremos peor suerte. En Bogotá los taxis tienen la mala fama de que solo llevan pasajeros cuando les conviene la ruta.

Según esto, si queremos pagar un pasaje de taxi a lo que vale, tendremos que salir a la calle y esperar un buen rato a que uno nos quiera llevar. O podemos esperar cómodamente en casa y hacerlo desde Tappsi o Easy Taxi, y quizás logremos pescar uno que nos lleve tras una espera de varios minutos. Aquí vale la pena aclarar que al conductor por utilizar la aplicación le cobran una tarifa, que aunque es baja, la va a recuperar y no va a salir del bolsillo de él precisamente.

Descartando estas dos posibilidades, si queremos llegar a nuestro destino y no queremos esperar, nos queda la alternativa de Uber y tener un conductor privado, que nos cuesta un 1.5 veces más, según mis cálculos de las veces que la he usado. 

Para los que no conocen Uber, consiste en una aplicación que nos busca un vehículo de servicio público cerca y no tenemos que rogarle al conductor, ni quedarnos esperando en una aplicación saturada. Es inmediata y no estoy exagerando.

Viendo este ejemplo, nos damos cuenta de que el simple hecho de utilizar un vehículo de servicio para llegar a casa ya es un detonante en cómo el costo de vida en una ciudad capital puede subir gracias a que la tecnología cada vez se masifica más. Desde taxistas hasta cerrajeros que abren puertas a altas horas de la noche tienen hoy un Smartphone o al menos un computador desde el que se pueden comunicar con sus clientes.

Y esto, en consecuencia, como ya vimos, desata una subida en los precios de los servicios más básicos de la economía diaria. Eso explica en parte por qué Bogotá es una ciudad tan cara para vivir. No es la única explicación, pero aclara muchas cosas. ¿Ya lo habían notado?

Imagen propiedad de Josh Rusell