Imagen: Dennis S Hurd
Hoy fue mi último día como profesor de español. Por razones personales, estoy saliendo de algo a lo que me dediqué durante los últimos 6 meses: enseñar español a brasileros. Con orgullo puedo decir que acerqué a más de uno a la cultura latino e hispanoamericana por medio de nuestro idioma. Tengan en cuenta que Brasil es un país muy cerrado y que esta gente no sabe prácticamente nada de los países de los que están rodeados. Brasil es un subcontinente y los brasileros no se sienten parte de la América continental.
Esta experiencia me ha hecho pensar que por primera vez fui yo el que estuvo del otro lado del conocimiento. No del lado de quien pretendía adquirirlo, sino de quien lo estaba impartiendo, de quien tenía todas las respuestas en la cabeza. Y digo que «primera vez» porque llevo toda mi vida estudiando. Apenas he parado un par de meses entre colegio, pregrado y maestría.
A lo largo de todo este tiempo, dediqué gran parte a aprender idiomas. Español, porque es mi lengua materna y que por cuestiones profesionales debo manejar al derecho y al revés (si encuentran un error de gramática o sintaxis en un texto mío, por favor me avisan). Inglés, que lo aprendí desde pequeño. Francés, porque quería. Y portugués porque quería ir a Brasil.
Por otro lado, enseñar español es lo único que he enseñado en forma de «educación tradicional», en que yo desempeño el papel de profesor. De antes, antes ya estaba acostumbrado a llenarme de paciencia y explicar las cosas más sencillas del mundo a personas a las que les cuesta un poco aprender: cómo usar un celular o el computador, por ejemplo. Cómo usar WordPress o mantener un blog. En fin, si revisan este blog con calma, habrá más de un post (como este o este) que en algún lado tenga un instructivo redactado por mí para solucionar un problema X.
Todo esto, para decir que el tener la visión fresca de cómo son las cosas desde ambos lados de la sala de aula me ha hecho ver no que algo no esté bien con la forma en que aprendemos idiomas, sino que son muchas de ellas las que no están bien. En este post hablaré solo de idiomas y no de educación en general porque es un tema que conozco mucho más de cerca. Mencionaré algunas cosas que en mi opinión no funcionan como deberían y trataré de ofrecer alguna solución al respecto.
Lenguaje formal vs. lenguaje informal
Cuando llegué a Brasil, pasó algo que no me esperaba. No llevaba ni 48 horas aquí y más de una persona ya me había dicho que mi portugués era bueno. Escrito era incluso mejor que el de la mayoría de las personas. Y esto porque pasaba lo mismo que sucede en español: mientras hay gente que para hacer una pregunta vía chat utiliza las letras «PQ», yo siempre me acostumbré a escribir «POR QUÉ», y siempre supe diferenciar las 4 formas:
- POR QUÉ (separado y con tilde para preguntar).
- POR QUE (separado y sin tilde que equivale a «por el/la cual»).
- PORQUE; (todo junto y sin tilde para responder preguntas).
- El PORQUÉ; (todo junto y con tilde, sinónimo de motivo).
Esta forma de expresarme de forma escrita es muy formal y sujeta a las reglas del español, algo que intento replicar en los otros idiomas que aprendo. Lo que pasaba con el portugués, a diferencia del español, era que de forma oral el portugués es muy informal. Las personas utilizan expresiones que gramaticalmente ni siquiera existen y que por consiguiente no van a enseñar nunca en un instituto de lenguas. En cambio el español, sea cual sea el país, es mucho más formal (el de mi ciudad es tan formal, que es de los pocos lugares de habla hispana en que las personas se tratan de Usted, incluso alguna de Su Merced).
Les voy a dar un ejemplo (si no entienden, pueden saltarse lo subrayado y seguir leyendo sin problema).
En español, piensen en la oración: «voy a prestarle un libro». El uso del «LE» al final del verbo «Prestar» es muy común y gramaticalmente correcto. Las personas hablan así.
Ahora esa misma oración pero en portugués: «vou lhe emprestar um livro». A diferencia del español, el uso del «LHE» antes del verbo «emprestar», aunque gramaticalmente sea correcto, nadie habla así. Es muy formal y el portugués hablado de forma oral no es nada formal.
Esa es una gran diferencia entre el español y el portugués. Algunos brasileros incluso hablando abren y cierran las negaciones (como en francés) y eso ni siquiera está en los libros de gramática: «eu não vou não»…
Mientras aprendía portugués en Bogotá me enseñaron un idioma muy sujeto a las normas de la academia y muy alejado a cómo hablan las personas de la vida real. Después tuve que desaprender un montón de cosas que aunque correctas nunca iba a utilizar.
Ese es el primer gran problema con la enseñanza de idiomas hoy: nos están enseñando cómo presentar un examen académico que está dividido en varias competencias: oral, escrita, escucha y lectura. Eso está bien para quien quiere ser aceptado en una universidad de otro país o para quien simplemente se lo piden de requisito para graduarse en la universidad. Lo malo es que no se está enseñando a cómo comunicarse con personas comunes y corrientes como nosotros. Conozco muchas personas que por el uso de métodos dirigidos a la preparación de exámenes internacionales terminan cogiéndole miedo al idioma. O a otros que a pesar de haber presentado esos exámenes y haberlos aprobado, no se sienten cómodos al hablar con un nativo del idioma que aprendieron.
Enseñar lo que realmente se usa
A pesar de lo anterior, algo que puedo destacar del instituto donde aprendí portugués es que fueron realistas con algo. Desde el comienzo nos dijeron: «olvídense del TU. Nunca lo van a usar. Solo vamos a enfocarnos en el uso del VOCÊ». Y tuvo sentido. En el año y medio que llevo en Brasil, no ha llegado la primera vez en que necesite conjugar un verbo en TU. En eso tenían razón.
La otra cara de esto que estoy diciendo es cuando se enseña español y enseñan el uso del VOSOTROS. En mi caso, como profesor de español, tras escuchar los motivos por los que el estudiante quería aprender el español, yo le explicaba al alumno que VOSOTROS solo lo iba a usar en España. Yo nunca en mi vida lo he usado y nunca lo he necesitado. No veo por qué mi alumno sí lo haría si sus planes eran hacer un viaje por América del Sur o hacer negocios con empresas Latinoamericanas. De cualquier forma, era decisión de él decirme si quería que yo le enseñara esto. Por mí no había problema, pero me parece una pérdida de tiempo enseñar algo que no se va a usar.
Saliéndonos del español y el portugués, vayamos ahora para el inglés para explicar algo que tiene que ver con esto. Me parece que el 90% de los cursos se complica explicando cosas sumamente sencillas. De hecho la gramática del inglés es muy simple (al menos más simple que la de otros idiomas), mas por eso mismo de que preparan a las personas para exámenes y no para comunicarse realmente es que olvidan ir a lo básico. Por ejemplo, si uno entiende que los verbos irregulares conjugados en presente simple en la tercera persona del singular (HE/SHE) llevan siempre una S al final y los demás (I, YOU, WE, THEY) no llevan, le estarán haciendo un gran favor a esa persona que tanto se le dificulta el inglés:
Presente simple del verbo TO EAT:
- I eat
- You eat
- He/she eats
- We eat
- They eat
Fíjense que solo He/She lleva S al final.
A pesar de que en este momento manejo inglés al derecho y al revés (un 80%, diría yo), hubo un momento en el que se me dificultó porque NADIE me explicó de manera simplificada el ejemplo que acabo de colocar. Cuando entendí esto todo fue mucho más fácil y para entender los demás temas gramaticales solo era cuestión de que alguien me diera una explicación sencilla sin complicar las cosas. No necesitaba de una clase de 2 horas del profesor hablando sobre un tema X, sino practicar esas pequeñas explicaciones en los libros de ejercicios o buscando ejemplos en textos que leía, y que aplicara eso mismo hablando o escribiendo.
Hablar y escribir
Precisamente el hablar y escribir son partes fundamentales en la preparación de exámenes internacionales que estaba criticando. Sin embargo, no pretendo contradecirme, sino solo mostrar la diferencia entre cuando a usted le dicen que tiene que escribir un texto argumentativo sobre el calentamiento global o la tala de árboles (que son el tipo de temas que sale en esos exámenes, tipo Toefl y Ielts) y por otro lado le dan a escoger una película que a usted le guste y le piden que escriba una opinión al respecto. Cuando usted tiene más libertad y no se encierra dentro de una estructura formal, todo se vuelve más fácil. Creo que empezar por ahí (un tema fácil) para luego pasar a uno complejo (la preparación de un examen) es un método que podría funcionar. Por cierto, hago una pregunta: ¿por qué es más válido hacer tests tan académicos y menos válido preguntar cosas informales?
Lo que yo proponía en las clases de español que yo daba era tomar el tipo de texto interesante que usted ve que alguien compartió en Facebook o en Twitter (nunca un texto aburrido), explicaba de forma sencilla la composición de un texto de introducción, desarrollo y conclusión (claro, con más detalles) y les daba una lista de conectores. Con todo, pedía que dieran una opinión escrita sobre lo que habían acabado de leer.
Con la parte oral hacía algo parecido. Enviaba algún material, solo que en vez de pedirles que escribieran, me tenían que decir, hablando, qué opinaban al respecto. Mi función era detectar los errores y ampliar el vocabulario, y con base en lo que se discutía en cada clase encontrábamos los vacíos gramaticales que debían ser explicados. O si era el caso de alguien que estaba aprendiendo de ceros, por supuesto explicaba todo desde ceros. Pero el punto es que es normal que en un curso de idiomas usted maneje un tema perfectamente y por alguna razón usted lo va a volver a ver (cuando pequeño yo veía el verbo TO BE en inglés como cada año). Eso es normal, desde el punto de vista de que normalmente son muchos alumnos y algunos avanzan más despacio que otros. La propuesta es que mientras menos alumnos haya, mucho mejor para el alumno. Lo ideal sería una clase particular. Es más caro, pero se aprende en menos tiempo.
Vocabulario de la vida diaria
Si nos salimos del método utilizado de enseñar un idioma para presentar un examen y nos quedamos con que lo importante de aprender una lengua es poderse comunicar sin problema, hay otra propuesta que yo haría. De hecho la leí en este post. Dicen que existe una lista de 700 palabras que son las más utilizadas en cualquier idioma. Y tiene sentido, lo más seguro es que en el día a día uno utilice verbos como:
- Trabajar.
- Comer.
- Bañarse.
- Llamar.
- Entender.
Y por otro lado hay verbos que uno nunca va a usar. Entonces, ¿para que aprenderlos? Aquí unos ejemplos:
- Tejer.
- Crujir.
- Deshilachar.
- Parpadear.
- Descuajeringar.
El punto está en prestar atención a todas esas palabras que más se usan en el día a día, memorizarlas en un 100% y las que estén por fuera de esta lista las podremos aprender con el tiempo.
Esto lo usaba yo en mis clases de español. Traduje la lista de 700 palabras que mencionan en el post (se las puedo enviar al correo si me las piden en los comentarios), y esa era nuestra base para aprender temas más complejos de gramática y construir oraciones con ese mismo vocabulario. Ya en la medida en que íbamos viendo series películas o leyendo textos, más vocabulario iba llegando y solo nos quedábamos con el realmente necesario, que era el que aparecía con más frecuencia en nuestras discusiones. De alguna forma, lo lográbamos identificar.
Inmersiones culturales e intercambios
Relacionado con todo lo anterior, tenemos el tema de las inmersiones en otras culturas. Los intercambios o pasantías en otro país son algo a lo que por sus altos costos infelizmente no todo el mundo tiene acceso. No obstante, vale la pena resaltar que es este tipo de experiencias en las que las personas mejor aprenden un idioma.
Muchos para aprender inglés se van a una ciudad pequeña en la mitad de Estados Unidos donde no haya la mínima posibilidad de hablar su lengua materna. Al mismo tiempo, toman un curso, que se va a complementar con la experiencia de la vida diaria: viviendo con una familia, teniendo amigos y trabajando. Esas situaciones son las que sirven de puente entre aprender un idioma en un curso y aprenderlo por fuera de una estructura formal (que es como las personas aprenden su propio idioma desde niños).
A propósito, ya hablé alguna vez sobre cómo conseguir esto sin siquiera salir del país. Estoy convencido de que muchas personas saben más inglés del que creen saber y seguramente no necesitan irse a vivir 1 año al otro lado del mundo. Quizás solo necesiten un par de semanas hablando en inglés con otros que hablen mejor (no necesariamente nativos). Insisto en que lo importante no es hablar perfectamente, sino podernos comunicar.
Conclusión
Hasta acá, algunas de las cosas que como alumno y como profesor he aprendido y, me parece, se podrían arreglar respecto al aprendizaje de idiomas. Como ya dije, no es que sea una sola cosa la que esté mal con ello, sino que son muchas de ellas, como por ejemplo que se enseña un uso muy formal de la lengua y no de la forma en que realmente hablan las personas, enseñan cosas que nunca se van a usar, no se enfoca correctamente la enseñanza de la escritura y el habla y no hay una propuesta por cuál es el vocabulario que se debería aprender.
Cuando todo esto pasa, es porque en el fondo hay un interés por enseñar el uso académico de la lengua, el que va a servir para presentar exámenes internacionales (que no está mal), mas no hay una preocupación por comunicarse, que es lo realmente importante. Y debería ser al revés: primero aprender a comunicarse de la forma más informal posible, para luego pasar a una lengua más académica. Hasta el momento lo más común es saltarse el primer paso e ir directamente a lo difícil, lo que asusta a muchas personas, hace que otros nunca vayan a terminar un curso y a que algunos no se sientan cómodos hablando con nativos.
Todo lo que propongo en este post es lo que según mi experiencia he visto que funciona. Lo he probado desde el lado de quien aprende y de quien enseña, y por lo visto funciona. ¿Ustedes qué dicen?
Não tive tempo de ler o texto todo antes, mas acabei de terminar e achei muito
interessante. Fiquei com vontade de participar! Entendo seu ponto de vista e
acho válido especialmente a parte em que você menciona que estamos preparados
para fazer provas de língua estrangeira mas não nos sentimos confortáveis para
atuar em situações cotidianas. Quando saí do Brasil para ir morar na Guyana eu
realmente achei que o idioma não seria uma barreira. Depois de estudar inglês
por mais de seis anos e inclusive dar aulas eu achava que dominava o idioma. No
fim das contas deu tudo certo, mas não foi tão fácil como eu havia imaginado
inicialmente. Eu me lembro que na segunda semana lá, eu estava dirigindo um
carro alugado e uma camionete bateu nesse carro. Eu não consegui me defender da
maneira que eu gostaria. Fiquei muito insegura e isso foi frustrante. Também me
lembro que queria comprar um varal, vi que o vizinho tinha um ótimo e perguntei
onde ele havia comprado o dele. Fui até a mesma loja, cheguei lá e me dei conta
que não sabia falar varal. Foi um jogo de mímica e depois de reunir vários
funcionários da loja e vários clientes que se interessaram pelo auê que eu
estava fazendo na loja finalmente consegui sair de lá com meu varal. Foi uma
vitória! Eu ainda acho que o aprendizado de idiomas é muito subjetivo e os
métodos de ensino funcionam de formas diferentes para cada pessoa. Eu já
descobri que só consigo aprender um idioma e ser fluente quando estou imersa
num ambiente que gera uma exposição intensa ao idioma. Eu sei que fazendo
aulas, estudando em casa, praticando muito eu vou ter uma ótima noção do
idioma. Mas para eu aprender mesmo, o único método que funciona é o de imersão
completa. Não é fácil estar na rua, num país que fale um idioma diferente,
rodeado de pessoas que tem uma cultura diferente e entender realmente o que
está acontecendo, o que está sendo dito. E estar num lugar e não conseguir entender
e ser entendido é uma das coisas mais frustrantes do mundo globalizado!
Oi, Luisa! Obrigado pelo seu comentário. Aliás, tudo o que você está falando eu fiquei pensando e tinha esqucido de mencionar sobre o fato de estar imerso ou ter uma exposição intensa no idioma. É tão importante que acabei acresentando uns 3 parágrafos falando sobre isso.
Um abrazo!