Tengo un Samsung Galaxy S2, el celular que en 2011 puso a competir por primera vez a Samsung con Apple. Después vinieron el S3, el S4 y seguramente llegue un S5, pero ningún otro teléfono de la surcoreana va a conseguir lo que el S2 en su momento: estar a la altura de un iPhone por primera vez.


Digo que esto no va a volver a pasar porque ya pasó y a Samsung nadie le va a quitar esa etiqueta. En esa época, para mediados de 2011, Samsung tenía el único teléfono Android de gama alta que se conseguía en cualquier lugar del mundo. Recuerdo que en Colombia no se conseguía, por ejemplo, un HTC o un Nexus (y aún hoy siguen sin conseguirse), y las referencias de LG, Sony, Huawei y Motorola eran mediocres para entonces. En otras palabras, Samsung era el único con un gama alta junto a Apple y eso disparó sus ventas desde entonces.

Así que yo fui uno de esos afortunados que alcanzó a tener un Samsung Galaxy S2 cuando todo el mundo andaba con un Blackberry o con una flecha. Hoy más de 2 años después, aún tengo ese teléfono, y aunque me lo he pensado más de una vez sobre si ya es hora de cambiar por uno más nuevo, la verdad es que no tengo la plata, ni estoy dispuesto a meterme a un plan de 12 o 24 meses para salir perdiendo. Más bien lo que he hecho ha sido alargarle el tiempo de vida, por lo menos mientras siga cumpliendo sus funciones más básicas. ¿Cómo lo he hecho?

Solucionando el primer gran problema: por qué mi celular se apaga

Hace unos meses dije que estaba a punto de agarrar mi celular y botarlo por la ventana. Y lo decía porque no pasaba un solo día sin que se apagara o se reseteara sin ninguna explicación. En algún momento le eché toda la culpa a Samsung, y aunque tiene parte de la responsabilidad porque su nombre está impreso en la batería que venía con el celular originalmente, la verdad es que es un defecto de todas las baterías de celular: que al cabo de un tiempo empiecen a presentar este tipo de fallas.

Lo grave es cuando uno no le presta atención a este problema y la batería se empieza a inflar e incluso a deformar el celular. Esto es delicado cuando la batería del teléfono es interna y no hay manera de sacarla, como por ejemplo sucede con los iPhone o con los Nexus de Google. Y aunque sí se puede retirar, no es un proceso que pueda hacer cualquier persona, sino alguien con las herramientas mínimas para destapar un celular.

Afortunadamente el Samsung Galaxy S2 es un celular con batería removible, y lo que hice fue comprarle una nueva para cargar en la billetera. Así cuando la principal fallara, tenía una de repuesto y al menos sabía que mi celular no me iba a dejar botado a la mitad del día.

Cómo calibrar la batería y para qué sirve

Pero además de lo anterior, hice otras cosas que también me ayudaron, como por ejemplo calibrar la batería.


Este es un proceso sencillo y para nada técnico que se recomienda hacer cuando cambiamos de ROM. En mi caso yo no estaba usando el Android modificado que viene por defecto en todos los celulares de Samsung, sino que lo había reemplazado por CyanogenMod, un Android modificado que elimina todos los elementos de la capa de personalización que ponen los fabricantes, dejando así Android muy liviano, y aprovechando al máximo todo el potencial del celular, contrario a lo que hacen normalmente los grandes fabricantes como LG, Sony o Huawei de deteriorar la experiencia del sistema operativo.


Así las cosas, tenía un celular muy potente pero al que le duraba muy poco la batería, además porque como veremos más adelante, Android 4.3 tiene un consumo de batería bastante alto a causa de los Google Play Services, una aplicación que corre todo el tiempo, que no se puede deshabilitar y que puede comerse hasta el 20% de la batería. Era por eso que a pesar de tener CyanogenMod, la batería de mi celular duraba 4 horas en promedio.

Pero investigando encontré que había un procedimiento de calibrar la batería que consistía en eliminar el historial que el celular tenía de la batería. Esto recomiendan hacerlo cuando cambiamos de ROM. No estoy seguro de si sea igual de recomendable cuando hayamos actualizado o formateado en múltiples ocasiones nuestro celular, pero sería lógico que sí, ya que el historial tras cada formateada sigue guardando registros antiguos.

Para llevar a cabo este procedimiento deben ser root y hacer lo siguiente:
  1. Instalar una aplicación para calibrar la batería. Yo uso Battery Calibration.
  2. Descargar al máximo su celular hasta que se apague por sí solo.
  3. Encender el celular nuevamente de 1 a 3 veces hasta que se gasten las reservas de batería que aún puedan quedar.
  4. Cuando estemos seguros de que está totalmente muerta la batería, ponemos a cargar el celular. En este momento lo mantentemos apagado.
  5. Cuando esté al 100%, encendemos el celular y esperamos a que el mismo celular diga que está totalmente cargado.
  6. Sin desconectarlo, vamos al calibrador de batería que descargamos en el paso 1 y buscamos la opción de calibrar la batería. Esto borrará el historial antiguo y generará un archivo nuevo.
Cuando yo hice esto, noté que el rendimiento de la batería había mejorado al menos un 20%.

Cómo matar Google Play Services

Como decíamos más arriba, Google Play Services es un proceso que se ejecuta permanentemente en nuestro celular desde Android 4.3, y que puede llegar a consumir más del 20% de la batería en algunos casos. Es decir que quienes actualizamos de Android 4.1 a Android 4.3 es probable que hayamos notado una reducción del tiempo de vida útil de nuestro celular.


Para los que hasta ahora lo conocen, Google Play Services es un proceso que está permanentemente actualizando todos los servicios de Google desde nuestro celular. Entonces tenemos Google Chrome, Gmail, calendario, Google Drive, YouTube…pero hay algo más: Android quiere saber las 24 horas del día y en tiempo real cuál es nuestra ubicación. Y por más que tengamos apagado el GPS, como lo explican nuestros amigos de Mejorando.la en el vídeo de abajo, Android está todo el tiempo buscando routers alrededor de nosotros para hacer una aproximación de dónde podríamos estar

Lo más delicado de Google Play Services es que se trata de un proceso que no hay manera de matar, como sí se puede hacer con la mayoría de las aplicaciones.

Lo que sí podemos hacer es revocarle los permisos a Android de acceder a nuestra ubicación. Esto quizás resulte incómodo para cuando queramos utilizar Foursquare o Facebook Places, pero no exagero si les digo que la batería puede durar hasta un 50% más.

Lo que tendremos que hacer será:
  1. Ir a configuración.
  2. Acceso a la ubicación.
  3. Desactivamos las 3 opciones.
Ya cuando queramos hacer un check-in en Foursquare, habilitamos por unos minutos las 3 opciones que acabamos de deshabilitar y listo. Al menos ya sé que mi batería no me va a dejar botado en la mitad del día.

Baterías portátiles y la carcasa batería

Y aún me queda un tip final en caso de que estén dispuestos a gastar unos cuantos dólares para alargar el tiempo de vida útil de su teléfono. Se trata de tener una batería diferente a la interna del teléfono. Yo recomiendo 2: una que tiene forma de barra rectangular, del tamaño de un llavero, y que podremos llevar en nuestro bolsillo. Es una batería portátil que no está de más llevar con nosotros.

La otra es una carcasa-batería, que hará ver gigante a nuestro celular, pero que le dará un 50% más de carga que antes no teníamos. Yo tengo esta última y al menos con todo lo que expliqué en este post sé que si salgo a las 8 de la mañana de mi casa, a las 9 de la noche algo me va a quedar. Y aún cuando el Samsung Galaxy S2 está por cumplir 3 años de ser lanzado, el mío tiene con qué competirle a los teléfonos que salieron el año pasado.

Creo que cuando muera del todo iré por un Moto X o por Nexus 5. Si quieren saber por qué recomiendo estos dos celulares, lean este post. Si les da pereza leerlo, es básicamente porque el Nexus es el celular oficinal de Google, mientras que el Moto X, el Moto G y el Moto E son versiones muy fieles de lo que Google quiere que sean los celulares que llevan su sistema operativo desde que la empresa fue adquirida y después vendida a Lenovo.

Daniel Afanador