Hace unas semanas el CEO de WhatsApp dio a conocer en la conferencia de AllThingsD que la aplicación de mensajería privada más popular del planeta no se había resentido a pesar del anuncio de empezar a cobrar $0.99 USD por descarga, y que por el contrario, ya eran 200 millones personas usándola en todo el mundo. En total, agregó, habían superado la cifra de 8.000 millones de mensajes entrantes, un poco menos de los 10.000 que mueve Facebook. Respecto a Twitter, la red de los 140 caracteres alcanza la nada despreciable cifra de 600 millones de mensajes por día.

Si bien estamos hablando de diferentes tipos de redes sociales, con WhatsApp como una plataforma de mensajería instantánea, Facebook y Twitter nos sirven como punto de referencia en la medida en la que son dos de los sitios que más usuarios reúnen en la web. Por eso mismo, estamos hablando del servicio de chat más exitoso hoy por hoy
Para entender el éxito de WhatsApp hasta hoy, debemos considerar varios aspectos. En primer lugar, solo para que lo tengamos en cuenta, WhatsApp es una compañía de la que muy poco se sabe. Sabemos que sus fundadores son dos ex empleados de Yahoo!, que trabajan cerca de 50 personas, y que sus oficinas están ubicadas en Santa Clara, California. Precisamente no fue hasta mediados de 2012 que alguien logró colarse a sus oficinas para hablar con sus fundadores. Por este mismo secretismo de la compañía, hay quienes dudan y desconfían de qué pasa con todos los datos y mensajes que entrega la gente usando el servicio.

Aclarado esto, podemos empezar a ver cómo WhatsApp se ha hecho uno de los lugares más deseados por las más de 700 millones de aplicaciones que se ofrecen en Android y iPhone. En primer lugar, debemos mirar hacia las empresas de telefonía móvil, que hasta hace unos años cobraban por un servicio que a ellos les salía gratis, como explican en ENTER.CO. Solo con que un SMS tuviera un costo de $0.01 dólares, que es de 0 en realidad, y lo vendieran a $0.10, eso ya representarían utilidades cercanas al 1.000%.

Esto en un comienzo lo vio BlackBerry, que lo aprovechó para vender un equipo que prácticamente regalaba esos mensajes de texto, mientras que los usuarios que tuvieran un celular de cualquier otra marca se tenían que ceñir a las tarifas que ofrecían los operadores. Las demás plataformas como MSN Messenger, Gtalk e incluso Facebook solo se podían utilizar desde ordenadores. Es decir que para ese momento, hasta el hoy extinto MSN hubiera tenido el chance de desarrollar una aplicación móvil y abrirla a todos los sistemas operativos, lo que BlackBerry tampoco fue capaz de hacer.

Ahí fue entonces cuando WhatsApp se hizo una pregunta: ¿por qué los mensajes de texto tienen un costo cuando se puede tener un plan de datos ilimitado?, explican en una pregunta hecha en Quora. Los mensajes de texto son datos, unos cuantos bytes realmente. Si me dicen que tengo que pagar 10 centavos por unos cuántos bytes cuando tengo derecho a usar 5 Gigas por mes, lo siento. Los mensajes de texto son un abuso, visto desde este punto de vista.
WhatsApp arregló esto, y con más de 200 millones de usuarios usando un plan de datos, solo fue cuestión de tiempo para que la aplicación se empezara a vender como el reemplazo de los mensajes de texto. De hecho, solo con tener el número de teléfono de la otra persona, incluso si hablamos de un país a otro, ya nos podemos poner en contacto por prácticamente nada: $1 dólar, lo mismo que cuesta montar en autobús o comprar una cerveza, sin ni siquiera tener que hacer un registro de datos complejo.

Y a esto sumémosle algo más que tampoco tienen los mensajes de texto aún hoy: la posibilidad de enviar archivos adjuntos y crear grupos, algunas características que ni siquiera tenía la competencia en ordenadores. Yo le agregaría el plus de poder extraer todos los contactos de la libreta de direcciones e identificar cuáles tienen instalada la aplicación. Esto último inclusive nos ahorra el tener que hacer una solicitud de amistad muchas veces fallida o no recibida.
Si todo lo anterior lo juntamos con que WhatsApp fue la primera aplicación que hizo todo esto al tiempo, y que tuvo la fortuna de estar en el lugar correcto en el momento correcto, entenderemos por qué ni LINE, ni Viber, ni Kakao Talk, por más que se parezcan y que no cuesten nada, jamás podrán estar a la altura del servicio de mensajería instantánea más popular del planeta.

Daniel Afanador