Hoy por hoy tener un smartphone ha pasado de convertirse casi que en una necesidad básica. Ya no es un lujo como lo era cuando salió el primer iPhone o cuando solo los altos ejecutivos de grandes compañías se daban el lujo de tener un BlackBerry para enviar y recibir correos lejos de un computador. En pleno 2013, las cosas han cambiado mucho, hasta el punto de que esos celulares de pantalla pequeña, en blanco y negro, están condenados a desaparecer. Mozilla tiene preparado para el segundo semestre de este año salir al mercado con teléfonos con sistema operativo Firefox OS de $50 dólares, precios más que competitivos.


A diferencia de Windows y BlackBerry, compañías como Mozilla, Canonical y Jolla, más que querer arrebatarle un posible segundo puesto a Android y a iPhone en el mercado de dispositivos móviles, lo que buscan es quedarse con un pedazo de la torta, partiendo de que los teléfonos sin conexión a Internet están mandados a recoger. He ahí la cuestión: dentro de unos años el 99% de los teléfonos serán inteligentes.

Bajo este contexto, es normal que si hoy tenemos uno de esos viejos móviles, queramos cambiar a uno de última generación. Yo incluso con un Samsung Galaxy de gama alta a veces pienso en pasarme a uno aún más nuevo. El problema es el dinero: un teléfono nuevo cuesta alrededor de $600 dólares. Muchas veces es muy difícil pagar tanto dinero en una sola cuota. 
Lo que nos proponen las empresas de telefonía es hacerlo a 12 o a 24 meses. Sin embargo, me he dado cuenta de que con esta forma de pago la gente termina pagando hasta 3 veces un celular que dentro de 2 años será obsoleto.

Ocurre también que aún cuando hayamos terminado de pagar nuestro equipo a los 24 meses, la mensualidad no baje. ¿Por qué si el teléfono ya pertenece a nosotros lo seguimos pagando?, ¿No deberíamos estar pagando solo por nuestro plan de datos o de minutos? Esta pregunta se la hizo T-Mobile, siendo el primero del mercado estadounidense en llegar al extremo de acabar con los contratos.

Por lo anterior hice el cálculo y desde hace unos meses opté por un plan prepago: pago hasta 3 veces menos y el teléfono es mío todo el tiempo. Si hay a quienes les parece descabellado pagar $600 dólares de una, a mí se me hace descabellado pagar $1.200 al cabo de 2 años con mensualidades altas.

Y sustento lo que estoy diciendo en lo siguiente: hoy podemos comprar con contrato teléfonos muy baratos. Pero desde el primer mes vamos a estar pagando cuotas absurdas
A continuación* pueden ver el modelo de algunos teléfonos, costo inicial por operador, mensualidad, total pagado a los 24 meses y precio del equipo libre. Comparen estos dos últimos valores. Se llevarán una gran sorpresa.

*Precios en pesos colombianos

Los anteriores datos los obtuve de un operador de telefonía móvil cualquiera en Colombia. Esos precios pueden variar de tal forma que puede que tengan un costo inicial más bajo, pero una mensualidad más alta. Una primera conclusión, si miran el precio del teléfono libre, es que se termina pagando varias veces lo que realmente cuesta, en algunos modelos hasta 3 veces.

Por lo anterior yo llegué a una conclusión: haciéndolo ya o dentro de 1 o 2 años, vamos a pagar el 100% del equipo en algún momento. ¿Por qué no hacerlo desde el comienzo? Esto nos dará libertad de irnos por mal servicio a otro operador. También evitamos correr el riesgo de seguir pagando en caso de que perdamos nuestro equipo. La cuestión de lo que estoy diciendo es que de ninguna forma tienen sentido los contratos si nos tomamos unos minutos y hacemos unas cuentas antes.

Daniel Afanador
Twitter: @Daniel_Afanador

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