El siguiente post está divivido en 2 partes: en la primera, con el subtítulo de ‘el problema de la deuda externa‘, intento explicar cómo funciona una deuda externa y por qué pasa lo que pasa en Grecia ahora mismo, dirigido para quien no está muy al tanto de temas económicos. Si usted ya sabe un poco sobre este tema, lo invito a que regrese dentro de 8 días a leer la segunda parte, en la que hablaré, de forma realista, cómo un país podría pagar su deuda externa.
El problema de la deuda externa
Hace pocas semanas lancé al aire una pregunta en Twitter que no esperaba que nadie respondiera. Su respuesta sería tan compleja, que sería ingenuo pretender que alguien la supiera y la empacara en 140 caracteres. Solo a modo de poner a pensar a quien fuera que haya leído el tweet, pregunté cómo se suponía que —de manera realista— un Gobierno pagara (algún día) su deuda externa. Y hago énfasis en el «ALGÚN DÍA», porque la deuda externa de cualquier país es algo que existe incluso desde que nuestros padres eran pequeños, y va a seguir existiendo.
Para los que no están muy al tanto de lo que es la deuda externa, piensen en algo no tan diferente a como cuando vamos a un banco para que nos presten dinero para poder comprar una casa, un carro o la universidad. Lo más seguro es que uno no tenga todo el dinero guardado debajo del colchón, por lo que lo más fácil es contraer una deuda y comprometerse a pagarla de aquí a varios años con unos intereses adicionales.
Ha sido gracias a este sistema que muchas personas han podido comprar una casa, tener un carro o recibir un título universitario. En otras palabras, si no fuera por los bancos, muchas personas ni tendrían la oportunidad de plantearse nuevos proyectos, mientras que los bancos —que dan trabajo a muchas personas que sostienen a muchas familias— simplemente no existirían.
No obstante, cuando alguien dice con mucho entusiasmo que COMPRÓ una casa, lo que realmente está es utilizando un eufemismo para decir que CONTRAJO UNA DEUDA que tendrá que pagar durante los próximos 15-20 años (40 en China) para poder vivir en una casa que en realidad todavía es del banco. Y, cuidado, porque no estoy criticando. Solo estoy tratando de explicar cómo funcionan las cosas.
Ahora vamos a Grecia y a intentar entender lo que está pasando. Cuando se acabó la segunda guerra mundial, Europa estaba destruída y por supuesto la economía de muchos países estaba desactivada. No había dinero, y las personas no tenían trabajo. Entonces, una solución que adoptó la comunidad internacional (los Gobiernos de «todos» los países) fue crear el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, entre otras. Estas instituciones prestarían asistencia financiera (al igual que un banco) a los países que quisieran reconstruirse tras el fin de la guerra. De esta forma, si el país necesitaba reconstruir todas sus carreteras, muchas personas iban a hacer este trabajo, iban a recibir un salario y poco a poco se irían activando otros sectores de la economía. Alguien iba a tener que vender comida, otros manejar el transporte público y otros más iban a fabricar medicamentos…
El problema era que para que esto fuera posible, los países solo iban a ver desembolsado este dinero si contraían una deuda a largo plazo y se comprometían a devolver el dinero con intereses algún día. Era eso o seguir viviendo en las ruinas. La analogía es parecida a la de: o vivo en la calle, o pido dinero al banco para comprar una casa. Infelizmente eran solo esos 2 extremos.
Desde entonces, se volvió común para cualquier país acudir a préstamos para prácticamente cualquier cosa. Pasó de ser algo que hicieron solo los países destrozados por la guerra, a algo que hace cualquier país cada vez que se queda sin dinero. Brasilia, por ejemplo, que fue construida donde algún día no había absolutamente nada, fue construida porque Brasil pidió dinero prestado. Lo de Grecia va por ahí también.
Y el problema es que de la misma forma en que una persona debe pagar sin falta cada mes la cuota de la casa o del carro, los países deben desembolsar dineros cada cierto tiempo porque ese fue el compromiso que asumieron, independientemente de si fue un gobierno anterior. Entonces, la solución más fácil para algunos gobiernos es pedir más dinero prestado para no dejar de pagar.
Así, la deuda se va convirtiendo en algo impagable porque están con la deuda inicial, los intereses de esa deuda y las nuevas deudas (más intereses) que se están asumiendo para pagar la primera deuda. En otras palabras, y volviendo al ejemplo de cuando uno compra una casa, es como si usted pagara sin falta cada mes al banco la cuota, pero en vez de que la deuda baje, lo que pasa es que no para de subir, y su solución es pedir más dinero prestado (a otro banco) para no retrasarse.
Ese es parte del problema en el que está sumida Grecia por estos días: tienen una deuda que no para de crecer con el Banco Central Europeo y simplemente se están quedando sin dinero. Antes de asumir, el Gobierno actual dijo que no iba a reconocer esa deuda y eso fue lo que pasó esta semana. Se pararon de la mesa de negociación y anunciaron un referendo para preguntar al pueblo griego si debían pagar o no la deuda.
Esto plantea 2 escenarios. En cualquiera de los dos, los griegos la van a pasar muy mal. Si por una parte se acepta asumir la responsabilidad de pagar la deuda, lo más seguro es que ese dinero tenga que salir de algún lado. Grecia no puede continuar pidiendo dinero prestado para siempre sin demostrar que está haciendo algo para recuperarlo de vuelta. Es como si el banco dijera a usted: «OK. Vemos que tiene problema para pagar su deuda. Vamos a bajar los intereses porque se ve que usted de verdad quiere pagar, pero a cambio usted tiene que comprometerse a dejar de ir a restaurantes caros. Tenemos que ver que usted se está esforzando de alguna forma, gastando menos dinero».
Normalmente lo que se les pide a los países que asumen una deuda es hacer algo equivalente al ejemplo anterior como recortes en planes de asistencia social, privatizaciones, subida de los impuestos, aumento de la edad de jubilación y todo lo que se le critica al neoliberalismo. De nuevo, al igual que como pasaba en la guerra: es eso o esperar que las cosas se arreglen por sí solas.
Pero por otro lado, si Grecia se negara a pagar su deuda (si pretendiera que las cosas se arreglaran por sí solas), quedaría como un paria y nunca más nadie le volvería a prestar dinero, ni siquiera si hubiera un desastre natural. En otras palabras, correría el riesgo de aislarse internacional y económicamente, como cuando el banco lo reporta a uno: nunca nadie más le vuelve a prestar dinero, ni jugando Monopoly.
Al respecto, existe la excepción de Haití, que tras el terremoto de 2010, el Fondo Monetario Internacional le perdonó la deuda. La diferencia es que Haití nunca desafió el poder del Fondo Monetario, que es lo que intenta hacer ahora Grecia. Pero por otro lado, en esa ocasión le ofrecieron un nuevo préstamo con otras condiciones. Obviamente no tenían muchas alternativas.
Para seguir entendiendo el problema, debemos tener en cuenta de dónde sale el dinero con el que los países funcionan (y pagan deudas): impuestos. Los impuestos no existen porque el Gobierno sea un miserable (como muchos suelen pensar), sino porque de algún lado tiene que salir el dinero con el que construyen carreteras, hospitales, escuelas, viviendas de interés social y con el que pagan a todas las personas que tienen un cargo público. Es con el dinero de los impuestos que las personas más inteligentes pueden ir a la universidad pública sin pagar nada. Si nadie pagara impuestos, el estado no podría existir, ni habría forma de redistribuir el mucho dinero que tienen los más ricos con los más pobres. Es una forma que asume el Gobierno para mover la economía e incentivar el consumo.
Eso es un espejismo y debería ser así si todo el mundo tuviera un mínimo de cultura ciudadana, si a los más ricos no les perdonaran algunos impuestos, si nadie evadiera impuestos, si ninguna empresa hiciera contratos por prestación de servicios, si nadie hiciera trabajos de freelance sin pagar seguridad social…en fin. Es una serie de factores la que influye en que la recaudación de impuestos de un estado sea exitosa o no. Si las personas no pagan impuestos, el Gobierno va a tener las manos atadas.
Según este artículo publicado por Vanity Fair, ese fue uno de los problemas en Grecia: el ciudadano común buscaba los caminos más fáciles para evadir impuestos, e incluso cuando era descubierto y el caso era llevado a la justicia, no iban a pasar menos de 15 años antes de que llegara una condena. Ahora bien, si esto pasaba con el ciudadano común, que podría ser alguien como usted, imagínese lo que hacían los grandes empresarios para pagar menos impuestos. Lo movían a otro país y se acabó.
Esa fue una de las causas de la crisis en Grecia. Llegó un momento en el que ni con el dinero recaudado en impuestos era suficiente para seguir pagando la deuda, así que los prestamistas le dieron la opción al Gobierno Griego de asumir una nueva deuda (más las anteriores). Pero eso no iba a solucionar el problema en el largo plazo. Solo para que comparen, la deuda de Grecia, con 11 millones de habitantes, asciende a más de $140 billones de dólares (la de Colombia son algo más $100.000 millones y la población es 4 veces la de Grecia).
¿Qué podemos aprender sobre la crisis de Grecia? Es una pregunta que pretendo continuar respondiendo en el post de la próxima semana, pero hasta ahora hemos aprendido que nuestros gobiernos tienen el poder de aceptar cheques en blanco para construir lo que sea que se les ocurra, y la responsabilidad se la van a pasar al que venga más adelante. De cualquier manera, la solución en el corto plazo siempre va a ser tan simple como asumir nuevos préstamos para cubrir los anteriores y hacer el compromiso de no dejar de pagar. El problema es que no se están buscando soluciones a largo plazo: cuando un Gobierno no quiera seguir con este juego, lo más seguro es que pase algo parecido a lo que está pasando en Grecia.
Excelente Análisis, Muy ilustrativo.