Durante las 2 últimas semanas se ha hablado mucho de la compra del Washington Post por parte de Jeff Bezos, CEO y fundador de Amazon, una de las empresas de tecnología y comercio electrónico más importantes del mundo. La noticia, desde mi punto de vista, llamó la atención por 3 razones:
En primer lugar, por todo lo que significa la convergencia entre un medio tradicional de comunicación, uno de los más importantes de Estados Unidos y del mundo, con una empresa netamente digital. Hoy hay medios digitales especializados con más lectores que un periódico de provincia: Mashable, The Verge y Tech Crunch son un ejemplo de ello. Mientras tanto, muchos periódicos con trayectorias de más de un siglo, se han ido quedando estancados en hacer lo mismo de toda la vida, pero desde la web. No tienen sitios que se puedan consultar cómodamente desde móviles o tabletas, no insertan jamás un enlace dentro de un artículo, tienen plataformas de comentarios de comienzos de siglo y mil defectos más, que de seguir así, nunca les permitirán avanzar.
En segundo lugar, lo anterior deja abierta la pregunta de si el periodismo y los medios tradicionales puedan seguir existiendo de la misma manera en que lo han venido haciendo, sin cambiar para nada su modelo de negocio. Al ver algunas de las demandas de estos medios en Brasil, Bélgica o Alemania donde los principales diarios empezaron a quejarse porque Google News los estaba indexando y, según ellos, quitando tráfico, uno se da cuenta de que quienes están al frente tomando las decisiones en estas casas editoriales no ven aún la oportunidad que tienen al frente si llegasen a aprovechar todas las facilidades que les ofrece la web, si la utilizacen como un aliado.
En tercer lugar, el tema de la libertad de expresión aplica también en la red. Como en alguna ocasión lo mencioné cuando me quejé de un mal producto que compré, un medio no puede darse el lujo de hablar mal de uno de sus anunciantes, mucho menos de sus dueños. ¿Qué pasará si el día de mañana el Washington Post decidiera emprender una rigurosa investigación en contra de Amazon?, ¿sería publicada? Seguramente no, y es que el discurso de la libertad de expresión termina en el mismo momento en el que entramos a hablar de grandes grupos económicos.
Las audiencias de hoy
Pero volviendo al tema de Bezos y su compra del Washington Post, llama la atención que quizás la transacción esté detrás de otra cosa: la audiencia. No se trata solo del fundador de Amazon. Estamos hablando de una de las únicas personas que mejor conoce los hábitos de consumo masivo de toda la población norteamericana. Supongo que toda esta información le dará a Bezos algunas pistas sobre los hábitos de consumo de medios de los estadounidenses. No por otra cosa Amazon hoy compite en Estados Unidos con Netflix. Ahora bien, sería un excelente experimento utilizar uno de los diarios más importantes del planeta para hacer algo que nunca se haya hecho en medios tradicionales desde su plataforma digital.
Recordemos que cuando la primera persona hizo una compra en Amazon, nadie dimensionaba los alcances que iba a tener ese proyecto 20 años después.
Y es que si consideramos al consumidor de medios promedio de los próximos 10 años nos vamos a encontrar con una persona que seguramente vea 0 horas de televisión. Simplemente porque estará viendo series y películas en Netflix o en Crackle desde una consola de videojuegos. Una persona que no sabrá lo que es un libro, una revista o un diario de papel, simplemente porque compró una versión digital para leer en una tableta o un celular. Una persona que no sabrá lo que es la radio AM o FM, simplemente porque TuneIn Radio o Wunder Radio tienen todas las emisoras del mundo. Una persona que jamás habrá tenido en sus manos un disco de vinilo, un casete o un CD, pues será una generación que creció con el formato MP3, iTunes, el P2P y los torrents.
Y aún conociendo este pequeño y sencillo perfil de lo que serán las audiencias de los próximos años, muchos medios tradicionales se ven temerosos de dar un paso adelante y empezar a hacer algo novedoso. Uno ve que The New York Times, el Washington Post o Boston Globe empezaron a cobrar por algunos de sus contenidos digitales, y uno no entiende cómo es que otros medios de otras partes del mundo le echan la culpa a Google por su mal modelo de negocio. Ahora apliquemos esta misma ecuación a cine, radio y televisión: ¿están los dueños de estos medios tratando de llegar a estas audiencias? Me parece que no.
Nota final: recuerdo en el metro de Washington, DC, ver a hombres y mujeres de la tercera edad leyendo libros en un Kindle de Amazon, aún cuando regalaran periódicos de papel en la entrada de las estaciones. ¿De verdad los medios tradicionales no sospechan nada de estos comportamientos?
Imagen propiedad de Zhao
Buen artículo. Habrá que ver cómo evoluciona el tema con Amazon – WP y qué ventajas podrá tomar frente a los demás. ¿Se verá reflejado en sus contenidos y la presentación de los mismos?: De seguro sí.