Seamos realistas. El título es exagerado, y lo más seguro es que los bancos nunca vayan a dejar de existir. Así como las personas necesitan guardar su dinero en algún lugar diferente a una alcancía o debajo del colchón, también necesitan todo el tiempo de dinero que aún no tienen, lo que llaman créditos, ya sea para comprar un carro, una casa, iniciar una empresa o pagar la universidad.

Aceptémoslo de una vez: los bancos son un mal necesario. Lo de «necesario» ya está claro por qué, pero lo de malos, quizás haya que explicarles con plastilina a quienes crean que los banqueros son unos ángeles: tienen ganancias como ningún otro sector, tienen el poder de generar una crisis económica, de hacer estallar una burbuja y aún así son las organizaciones más mezquinas con sus propios clientes.

Esto último es lo que debería llevar a la destrucción de los propios bancos. Es así de simple: si usted es cliente de un restaurante donde el servicio es pésimo, lo más seguro es que usted deje de ir y se vaya a otro que por el mismo precio le ofrezca un producto parecido. Y la misma lógica debería aplicar para los bancos, pero por alguna razón las personas son felices, siendo tratadas mal por sus propios bancos: horas perdidas haciendo filas, llamando al servicio de atención al cliente, páginas en Internet inutilizables, vulnerabilidades de seguridad, tarifas absurdas y un largo etcétera. 


Danny Crichton de TechCrunch ya llamaba la atención al respecto, titulando un artículo como que los «Millenials están acabando con los bancos». Más exactamente, serían las generaciones más jóvenes las que podrían llevar a un cambio en cómo funciona el sistema financiero, y es que hoy cualquier banco funciona de manera totalmente opuesta a cómo debería. La idea de adquirir un servicio no es que todo se limite a un simple intercambio de dinero, sino de que la experiencia vaya de acuerdo con el valor que uno está pagando. Por eso Uber cuesta más que un taxi. Por eso una noche en un hotel de lujo en Copacabana cuesta $400 dólares. Por eso viajar en avión en primera clase cuesta el doble…

En cambio, ¿cómo funciona un banco? Ofrece servicios que en muchos casos son «gratuitos», pero utilizan tarifas escondidas por cada acción diferente que usted necesite. Es así: usted puede abrir una cuenta gratis, pero de ahí en adelante le cobran por tener una tarjeta, por saber su saldo, por un seguro, por transferir dinero a otra ciudad. Le cobran hasta por dejarlo quieto. El vídeo de Porta dos Fundos de abajo (subtítulos en español) lo explica mejor.



Con esto vienen dos problemas: uno entiende que ellos están prestando un servicio por el que tienen que cobrar (de aire no van a vivir), pero de entrada ellos ya ganan con que uno guarde el dinero con ellos y no con otro banco. Ya dentro de los bancos hay áreas que se encargan de mover ese dinero para generar utilidades, ya sea invirtiendo en otras empresas, mejorando sus propios servicios o prestándolo a gente que lo necesita. Según esto, si el banco va a guardar mi dinero, es entendible que uno deba pagar un valor X mensual. Ahí ya estarían ganando por dos lados: reinvirtiendo nuestro dinero y por comisiones a sus clientes por cuanta cosa les quieran cobrar. Fíjese: ese es uno solo de 50 servicios diferentes que tendrán. ¡Compran hasta dólares! Les hacen competencia a las casas de cambio que hacen lo mismo por mucho menos.

Sin embargo, una lección importante están por aprender los bancos, de la mano de empresas más jóvenes capaces de ofrecer algunos de los servicios que los bancos ya ofrecen, pero pensando en ofrecerle un valor agregado al cliente, y no simplemente en cómo vaciarle los bolsillos. Pasa lo siguiente: si usted quiere transferir dinero de su cuenta en un banco A a otra persona en un banco B, ese es solo uno entre cien servicios que su banco ofrece. Además, el valor corresponde a una comisión que nadie entiende porque cada banco maneja sus propias tarifas.

En cambio, si uno ve PayPal, ellos cobran un 4% siempre cuando una persona recibe un pago. Y no cobran por que ellos le guarden su dinero. Es decir, ofrecen menos cosas que un banco, pero las tarifas son claras, no hechas para confundir. Ese quizás sea un problema más de los bancos: no saben comunicar todo lo que hacen y cuánto realmente cuesta.


Veamos por ejemplo a Payoneer y Transferwise. Ambas hacen mejor algo con lo que los bancos tradicionales abusan, y es mandar dinero a otro país. Payoneer cobra una anualidad de $30 dólares y uno tiene derecho a una tarjeta MasterCard. Por transferencias entre cuentas Payoneer no cobran. Cobran un 3% cuando uno recibe un pago hecho con tarjeta de crédito. Por su parte, Transferwise cobra entre el 0.5 y el 2%, dependiendo de los países involucrados en la operación.

Y ojo que lo anterior lo expliqué en un párrafo. Ahora vayan a un banco y pregunten lo que tienen que hacer para enviar dinero a otro país. Para algunos funcionarios del banco va a ser un tema hasta nuevo, pues uno entra al sitio web y esa información ni está disponible. Hay que hablar con un asesor para que le explique que eso se llama «giro interbancario», que se tiene que acercar a una sucursal física, pedir dos formularios tan largos como el de la visa de Estados Unidos, calcular en hasta 3 monedas diferentes el valor que usted quiere mandar y que debe esperar entre 24 y 48 horas para que el dinero entre a la cuenta de destino.

(Lo de las 3 monedas es para cuando el banco local no trabaja con la moneda en la que va a llegar el dinero. La mayoría trabaja en dólares y euros únicamente).

¿Cuál es el problema aquí? Yo pregunto: ¿cómo es que VISA puede transferir dinero de un país a otro en cuestión de segundos sin preguntar nada, mientras que con el mismo banco que guarda nuestro dinero hay que practicamente firmar un consentimiento de que no somos unos delincuentes? Y a esto sumarle lo que cobran y que ellos no son capaces ni siquiera de averiguar el código Swift del banco hacia donde va nuestro dinero. Todo lo tenemos que hacer nosotros mismos.

Duré 30 minutos queriendo averiguar esto con mi banco en Colombia. Al final me dijeron que cobraban $27 dólares + IVA independientemente del monto a transferir.

¿A qué voy con el título de este post? Si bien los bancos no van a dejar de existir, hay empresas que se dedican a uno solo de los miles de servicios ofrecidos por un banco y lo hacen mucho mejor. Si uno quiere poner dinero en la cuenta de alguien, uno debería poder llenar un formulario de unos 5 espacios y ya. Yo con gusto voy a pagar por ese servicio, no un ojo de la cara cuando yo mismo voy a hacer casi todo el trabajo, y peor si me ponen a utilizar interfaces que parecen de los años 90. ¿Qué le cuesta a un banco invertir en mejores sitios web y aplicaciones móviles desde las que todo se haga de forma automatizada? Por ejemplo con PayPal uno puede enviar pagos solo teniendo el correo de la otra persona. Es muy fácil.

Aquí va otra idea: qué tal si los bancos locales (en Colombia, por ejemplo) se aliaran con bancos extranjeros (en Estados Unidos) y cada uno creara un fondo para este tipo de transacciones. Así, si alguien va a enviar dinero de Colombia a Estados Unidos, el dinero físicamente se queda en Colombia dentro de ese fondo. El banco en Estados Unidos va a hacer uso de ese fondo y lo va a transferir a una cuenta en ese país. Cuando alguien envíe dinero de vuelta, se hará uso de nuevo de ese fondo. Si bien tendría que haber un equilibrio, de dinero recibido por el banco de cada país, yo cumplo hasta aquí haciendo una simple sugerencia. No tengo por qué entrar en detalles.

Además de los ejemplos ya mencionados, hay 2 empresas que vale la pena mencionar: Zuum y Nubank. Esta última tiene un lema que dice: «la burocracia cuesta dinero. Entonces somos eficientes, para que no tengas que pagar tarifas». Y es verdad, se trata de bancos que solo funcionan de forma online, y con unos pocos servicios. No tienen oficinas físicas, pero todo lo que uno necesita se puede hacer desde el sitio web, o desde la aplicación móvil. Lo que ofrecen son tarjetas de crédito que ellos pueden enviar a la casa u oficina de uno. Si uno quiere atención personalizada, lo puede hacer desde la misma aplicación. Si quiere hacer una consignación, tienen establecimientos aliados autorizados pare recibir dinero. Si uno quiere dinero en efectivo, puede usar un cajero de cualquier banco y ya. Y no se paga cuota de manejo. Solo por intereses ya van a ganar. Es eso lo que ofrecen y lo que ganan. Muy sencillo.

Así debería ser todo: sencillo. Pero los bancos lo complican todo para sus propios clientes, que ya pagan precios altísimos por utilizar sus servicios. ¿Que los bancos se quieren destruir a sí mismos? Eso no es ningún secreto. Lo que pasa es que no lo van a lograr, pues hoy por hoy son necesarios e irremplazables dentro de la sociedad. Lo que sí puede pasar es que los bancos pierdan algo de poder a manos de empresas más pequeñas que ofrecen exactamente lo mismo, aunque de forma más simplificada, a precios justos, cobrados de manera clara y con 10X mejor servicio al cliente.

Todo me lleva a pensar que un gran detonador de lo que estamos viendo fue el Bitcoin, que desafió al sistema financiero, prometiendo hacer las transacciones sin pasar por intermediarios, y haciendo que los bancos dejaran de ganar por cada centavo que pasara por sus manos. Si bien es difícil (si no imposible) universalizar el modelo propuesto por el bitcoin, se puede llegar a un punto medio, dándole la oportunidad a organizaciones diferentes a los propios bancos a que nos ofrezcan algunos de los servicios que toda la vida han sido de naturaleza bancaria. La cuestión no es el fin de los bancos, sino la pérdida de una parte de su poder para que ellos mismos sean los que decidan algún día ofrecer un producto mejor.