Imagen: Kevin Dooley
La respuesta corta es sí, pero hazlo solo si tienes la oportunidad. De eso va este post, y me voy a explicar un poco mejor porque parece una respuesta obvia. Lo que no es obvio, y exige un poco de profundidad, es lo de «hazlo si tienes la oportunidad», y creo que es algo que aplica para todo, mas que infelizmente no todo el mundo ve. Todo el mundo se queda en la primera parte: sí, hay que ir a la universidad. Pocos se detienen a pensar en el porqué y cómo.
A ver, me explico. Hablo desde los ojos de un latinoamericano, de alguien que creció en Colombia y ahora vive en Brasil, por lo que seguramente lo que voy a decir no aplique para alguien de Europa o Estados Unidos. En cambio, por aquí nuestras realidades no son tan diferentes: muchas de las cosas que pasan en Argentina son replicables en México o Ecuador, en los andes o en el caribe. Sé, por ejemplo, que es normal no cuestionar algunas cosas en la vida (eso sí es de todo el mundo). Nadie cuestiona el hecho de ir a la universidad (aquí alguien que sí lo hizo y hasta lo llevó a la práctica): debes ir y graduarte, dicen. Pero, ¿a qué precio?
Partamos de que hoy por hoy, siglo XXI, se necesita sí o sí, un título profesional para conseguir un «buen» trabajo. Para ser más objetivos, tratemos de delimitar lo que un «buen trabajo» significa: tener un contrato a término indefinido en el que se nos reconozcan todos nuestros derechos. Ya llegar hasta aquí es un privilegio: si el desempleo en Colombia es de entre el 8 y el 9%, ya el número de personas trabajando con un contrato sin estas características se dispara al 62%.
En realidad hay 2 caminos para llegar a ese «buen trabajo»: universidad pública o universidad privada. Siendo sinceros, hoy nadie contrata a alguien que solo tenga el bachillerato, ¿o sí? Digamos que hace 30 años era posible, pero el mundo ha cambiado y se ha vuelto más competitivo. Entonces, partamos de que para entrar a una universidad pública y no pagar un centavo, hay que ser un verdadero genio. Es el Estado el que va a financiar tu educación y ellos (se supone) se aseguran de que solo los mejores se ganen ese privilegio. Por otro lado, la educación privada, que es para los que no entran dentro de ese primer grupo, es para todo el mundo: ¡genial! Pero hay que pagar: nada es gratis en la vida, ¿lo recuerdan? O, bueno, en este último grupo también podría pasar que una universidad pública no ofrezca un curso o programa que sí está en una privada, o que no tenga el mismo reconocimiento. Pero en resumen es eso: lo público vs. lo privado y cómo se accede a cada uno.
Ahí es donde entra lo de «hazlo solo si tienes la oportunidad». Es decir, ¿tuviste suerte y tu familia puede pagarte una carrera que dura mínimo 4 años en una universidad privada?, o eres muy inteligente y fuiste aceptado para la pública. Dudo mucho que a los 17 te hayas ganado la lotería y puedas financiártela tú solo. O sea, si te ganaste el privilegio de estudiar, aprovéchalo. Hay mucha gente queriendo hacero y no puede. No vayas a botar a la basura esta oportunidad.
Ahora, hay un tercer camino que es del que yo le diría a todo el mundo que huya bien lejos. Pedir un crédito a un banco, o a alguna institución a la que le vas a deber esta vida y la otra desde el mismo momento en que recibas tu título como profesional (y súmale los intereses de aquí a unos años). Si esto sucede, le estarás entregando parte de tu libertad a alguien más. Es así de simple: si logras graduarte y conseguir un empleo, una gran porción de tu salario estará destinada a pagar durante un par de años tus estudios. El pagar mes a mes sin falta estas obligaciones hará que bajo ningún motivo puedas dejar de trabajar. Y, claro, nadie en su sano juicio dejaría de hacerlo. Pero, ¿y qué sucedería si un día te despiden?, ¿vas a dejar acumular deudas?, ¿o vas a pedir otro préstamo?
En Estados Unidos hay problema alrededor de este tema, y es que el total de las deudas por créditos educativos es superior que las deudas por tarjetas de crédito, un promedio de $30.000 USD por persona, suma que se ha triplicado en las últimas 3 décadas. Y quienes se han dado cuenta de que esto es un problema lo han hecho porque ir a la universidad no les aseguró el empleo que esperaban encontrar cuando se graduaran. Hay un documental sobre este tema llamado Ivory Tower (trailer abajo y disponible para bajar en The Pirate Bay):
En Estados Unidos hay problema alrededor de este tema, y es que el total de las deudas por créditos educativos es superior que las deudas por tarjetas de crédito, un promedio de $30.000 USD por persona, suma que se ha triplicado en las últimas 3 décadas. Y quienes se han dado cuenta de que esto es un problema lo han hecho porque ir a la universidad no les aseguró el empleo que esperaban encontrar cuando se graduaran. Hay un documental sobre este tema llamado Ivory Tower (trailer abajo y disponible para bajar en The Pirate Bay):
Claro, hay personas que logran pagar sus deudas, incluso pagar una deuda antes de que se infle y se vuelva impagable. Eso son excepciones a la regla. Pregúntate, y sé sincero, si de aquí a 4 años tú podrías serlo.
Ese escenario, el de ser despedido, es uno que nadie desea. Sin embargo, después de haber crecido durante muchas décadas, hoy las empresas buscan maximizar aún más sus beneficios, y una de las formas de hacerlo es recortando gastos, reduciendo personal y operando desde lugares donde puedan pagar menos impuestos. Esto implica que toda la planta de empleados está expuesta a ser despedida en cualquier momento o a que simplemente no le renueven el contrato. Eso acaba de pasar con Adams o Ecopetrol en Colombia.
Hay algo peor todavía: para entrar a trabajar a una empresa hoy es probable que debas competir con gente que está dispuesta a ser esclavizada día y noche por un salario insignificante. Así que olvídemonos de los tiempos en los que nuestros padres trabajaban 30 años para una misma empresa y se jubilaban. Eso hoy no es para nada común, y lo explican las mismas lógicas del mercado.
Entonces piénsalo muy bien si eso es lo que quieres para tu vida. O, independiente de si vas ir a una universidad pública, privada o vas a adquirir un crédito, fíjate en cuál es el área en la que te vas a meter cuando escojas lo que vas a estudiar en la universidad. Hay unas áreas muy mal pagadas (porque, en serio, quién diablos estudia antropología o sociología), y otras mucho mejor que de seguro no van a tener condiciones tan esclavizantes, como las ingenierías. No obstante, escoger qué estudiar por el simple salario no creo que sea algo que vaya a salir bien.
Descartando todos estos escenarios, y suponiendo que estás a tiempo de decidir si estás en condiciones de entrar o no a la universidad, vale la pena contemplar los escenarios alternativos, y es que así como dije que era muy difícil encontrar una empresa que ofreciera las mismas condiciones de hace 30 años, también es cierto si decimos que hace 50 años había gente que se ganaba la vida sin haber entrado nunca a un salón de clases en la universidad. Simplemente lograron entrar a una empresa a los 16 años y se quedaron allí para toda la vida.
(Por favor, no usen a Steve Jobs y a Mark Zuckerberg para debatir este tema. Ellos son 1 en 100 millones).
(Por favor, no usen a Steve Jobs y a Mark Zuckerberg para debatir este tema. Ellos son 1 en 100 millones).
Algo de esto nos queda y es que pienso que todavía es posible cambiar esos 4 años de universidad por algo equivalente: saber inglés (y si son más idiomas, mejor), utilizar herramientas que se utilicen en el mercado (busquen Platzi en Google, por ejemplo), comunicar (de forma escrita y oral), hacer contactos, vender, tener conocimientos básicos en finanzas e impuestos. Creo que todo esto es tan válido como tener un título universitario. A ti no te van a pagar porque viste filosofía alguna vez en la universidad. Te van a pagar por solucionar problemas a empresas u otras personas. Si sabes comunicar y vender lo que tú sabes, vales más para el mercado que un recién egresado de la mejor universidad pero que no tiene nada de experiencia.
A pesar de todo esto, hay algo por lo que la universidad continúa siendo valiosa y es que es el espacio de discusión ante las ideas más diversas del mundo. ¿Alguna vez hablaron economía con alguien que creía firmemente en el manifiesto comunista?, ¿o acaso discutieron con un uribista pero que por alguna razón estaba bien informado?, o qué tal hablar sobre aborto y eutanasia con alguien que no exponía argumentos religiosos para estar en contra. En los salones de clase de las universidades están las personas más inteligentes de nuestra generación, e intercambiar ideas con estos personajes nos va a abrir la mente tanto como leer mil libros, y esa es una de las razones por las que yo hoy por hoy defiendo a la universidad como institución.
Pero fuera de esto, el punto al que quiero llegar es a que hoy conseguir un trabajo no depende única y exclusivamente de un título universitario (voy a excluir a los médicos y a los abogados de esta conclusión). Seguramente sea más fácil, pero para alguien que no tiene los recursos, no creo que valga la pena contraer una deuda a varios años (más intereses), si la recompensa va a ser un trabajo mal pagado. Para eso no se justifica una inversión tan grande de tiempo ni de dinero. Hay caminos más cortos como adquirir por cuenta propia conocimientos prácticos que se apliquen en la vida real.
Ahora bien, cuidado porque con lo que estoy diciendo no quiero decir que la universidad no sea importante: me reafirmo en que quien tenga la oportunidad de ir debería hacerlo. Desafortunadamente en esta parte del planeta conseguir un trabajo todavía depende en gran parte de un título universitario, pero este no sirve de nada si no está acompañado de habilidades que difícilmente nos enseñarán en un salón de clases: una segunda lengua, conocimientos prácticos, comunicación, Networking, ventas, finanzas e impuestos.
Un cordial saludo Daniel,
Que interesante debate planteado en el tema de sí estudiar o no en las universidad, en el caso de las áreas relacionadas con los sistemas de información (Soy Administrador de Sistemas Informáticos de la Universidad Nacional) soy consciente que los conocimientos adquiridos no son muy amplios y que sí hubiera estudiado los excelentes cursos que brinda Platzi (antes mejorando.la) quizás en estos momentos tendría mucha más experiencia en los diferentes lenguajes de programación en los cuales está basada la web. Ahora le planteo el caso en el cual me encuentro, si no hubiera sido por el título de Administrador de Sistemas Informáticos, es decir, el obtenido en una Universidad, no hubiese podido conseguir el empleo que conseguí y que estoy a punto de comenzar (Docente de Tecnología e Informática en un colegio público), el cual me brinda la estabilidad laboral de la que tanto hablas y en cierto caso la estabilidad económica, pero tengo claro que debo seguir estudiando para brindarle lo mejor a mis nuevos alumnos (tengo pensado tomar los cursos de Platzi), y posteriormente para obtener una mejor remuneración haré una maestría (si te das cuenta la maestría la tomo por la mejor remuneración y no por tener un mejor conocimiento de los sistemas de información), ya que el mejor conocimiento lo puedo lograr con otras herramientas que no brinda la universidad. Para mí este es un ejemplo claro de ¿por qué? estudiar en una universidad y ¿por qué? estudiar de manera externa.
Bendiciones y siempre atento de los interesantes debates que planteas.
DAVID FELIPE LÓPEZ DAZA
Yo también estoy haciendo una maestría por la misma razón. Quiero ser profesor de universidad algún día e infelizmente es un requisito para las universidades, que a la vez obedecen a lógicas venidas desde más arriba. El Ministerio los califica según el número de doctores que tengan y todo eso obedece cómo funciona la educación en el mundo: doctores investigadores dando clases teóricas a personas que seguramente entren en el mundo laboral y no en la investigación. Eso y la producción académica, que "mide" a las universidades, son algo ridículo que solo se puede cambiar desde adentro.
Ahora, para quien está adentro tiene la responsabilidad de, así como tú dices, adquirir mejores conocimientos y herramientas que no se encuentran en la universidad. Eso es lo que le interesa aprender a la mayoría de los que van a la universidad.
Infelizmente hoy la universidad es una institución burocrática que no está adaptada a los tiempos de hoy. No por eso deja de ser importante.
Por cierto, David. Te invito a que sigas el blog por Facebook
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Saludos!
Muy buen post. El hecho de llegar a un nivel de educación superior en un país como Colombia es algo que se debe reconocer en esta sociedad, pero hay que ver que debido a la forma como se desarrolla la industria, hace que sean más las vacantes para técnicos y tecnólogos debido a que tienen un conocimiento más práctico y su salario es algo mas bajo que un profesional; conozco varios casos de amigos que con consiguieron mejor estabilidad laboral de sus estudios del SENA que de la misma universidad Distrital. Este es el problema que desde mi punto de vista generó la potencialización del SENA, desbancandonos muchas veces a quienes contamos con estudios profesionales. La cuestión en realidad es que si se va a estudiar después del bachillerato, es mejor o entrar a una buena universidad pública o privada o de lo contrario optar por el SENA que hasta trabajo le asegura.