Cuando MTV era un canal de vídeos musicales y no de series ni realities, era muy común que toda la madrugada, y por lo menos en las mañanas hasta el medio día dieran franjas de vídeos sin parar. Claro, tenían comerciales, que siempre han estado ahí y nunca se han ido. Pero el MTV de ese entonces era diferente al de hoy porque tenía más programas musicales: había un Top-10 entre semana, un Top-20 los fines de semana, había un programa que se llamaba VS ¿O Contra? en el que se enfrentaban las bandas, hacían Top 5 de bandas y así se mantuvo el canal de música más popular del mundo, yo le pongo que hasta el año 2003. Desde antes ya había comenzado un largo proceso de decadencia. En esa época el Top 100 de fin de año y los Video Music Awards inspiraban verdadero respeto.
Hoy si queremos ver vídeos musicales en MTV nos tendremos que esperar a la madrugada o poner MTV HITS, que es otro canal. Si tenemos suerte quizás den MTV World Stage. Algunas bandas se salvan. Lo demás, aunque como Daria o South Park sean buenas, son lo poco rescatable que puedo llegar a destacar hoy de MTV.
Y aún así, cuando MTV fue un excelente canal musical en los 80, 90 y comienzos de 2000, en el que muchos aprendimos a escuchar música, bandas legendarias que nos marcaron y que quisiéramos de vuelta, lo cierto es que MTV es uno de esos símbolos de tiempos pasados, un símbolo de la música comercial.
Clint Eastwood de Gorillaz marcó mi generación. Desde mi punto de vista fue el fin del MTV musical y el comienzo del MTV de realities de hoy.
Ver vídeos musicales en MTV hoy
Hoy mientras veía vídeos musicales en un Chromecast conectado al televisor de mi casa recordé esos viejos tiempos en que uno solo tenía la posibilidad de ver los vídeos que pasaran por MTV, porque no había más canales de música. Hubo un intento en Colombia de PlayTV, o había un canal francés que se llamaba MCM en el que 99 de cada 100 vídeos eran de rap o de grupos desconocidos. A eso estaba limitada nuestra libertad cultural si queríamos ver un vídeo de música en esa época.
Recuerdo cuando llegaron las primeras conexiones de «alta velocidad» a Colombia. Lo digo entre comillas porque 7Kb por segundo, que hoy pueden sonar a una conexión lenta a Internet, en esa época daban para bajar canciones en menos de media hora y no una semana. Comenzamos a bajar nuestros primeros vídeos de música y era increíble tener clips de los años 90 en nuestro computador. De hecho muchos grabábamos en VHS vídeos de la televisión para el momento en que pudieran llegar a ser considerados como reliquias. O cuando no había bajado muchos vídeos los guardábamos así como uno guarda toda la música en el disco duro.
Hoy tengo en el mueble del televisor muchos casettes en VHS de vídeo musicales que ya no dan pero que son muy fáciles de encontrar en YouTube.
Hoy mientras veía esos vídeos en el Chromecast pensé en un concepto que no sé si existe (seguramente, sí): el de libertad cultural como la libertad de tener acceso a miles de contenidos y no solo a unos pocos a los cuales podamos llegar a tener acceso. Hoy gracias a Internet con sitios como Netflix, Crackle o Hulu podemos encontrar miles de programas y series. Con una cuenta de Spotify, Pandora o Deezer, miles de bandas, álbumes y canciones y si queremos no pagamos. Antes estábamos limitados a la oferta de los sellos musicales y unas pocas emisoras que tenían todo el monopolio de los medios de comunicación. Eso era libertad antes.
Cuando hoy podemos ingresar a YouTube y ver cualquier vídeo que MTV emitió hacia finales de los 90, y lo comparamos con cuando uno tenía que rezar para que pasaran el Unplugged de Nirvana completo. Esos son tiempos pasados que nos indican que antes había menos libertad cultural que hoy. Además de series y música podemos tener acceso a miles de libros, blogs, revistas e incluso emisoras de cualquier país del mundo.
Esto me recuerda al MTV del año 2001.
Cuando hay más libertad cultural, ganamos todos y le quitamos una pisca de poder a los más poderosos que siempre ostentaron el monopolio de los grandes medios y de la industria cultural.
Quisiera saber ustedes qué opinan sobre esto. Creo que antes había más mística en escuchar una banda desconocida. Hoy hay tantas, que bajar una canción en 5 segundos o que un vídeo cargue en YouTube en 2 segundos no tiene gracia. Siento envidia de los que vieron las primeras emsisiones de Seinfeld en los 90: ellos no tenían Cuevana ni se imaginaron que algo así llegaría a existir algún día.
Daniel Afanador
Twitter: @daniel_afanador
Imagen propiedad de Elliot Brown
Buenos recuerdos despiertan hablar de MTV quienes vivimos la que creería fue su época dorada en los 90. Pero en cuanto a la libertad cultural, no la veo como un pro, sino un contra. Es por eso que creo que esta nueva generación no tiene una identidad tan clara, sino que son, y nos hemos contagiado, un popurrí de influencias culturales, que básicamente abole la creación de una verdadera identidad generacional como la que vivimos -al menos algunos- entre los 80-90 y principios del 2000. Y volviendo a la música, quizás esta es la razón por la cual hoy en día los conciertos en Colombia no son un muy buen negocio, hay poca afluencia y solo se llenan algunos con agrupaciones de tendencia y de mucha tradición. ¿Mucho enredo el mío?
lástima ese canal era muy bueno…. ahora esta por el estilo de RCN (da asco)