Parte trasera del OnePlus One
Si ustedes, como yo, están al tanto de lo que viene pasando en la industria de la telefonía móvil, seguramente habrán escuchado hablar del OnePlus One, un celular con sistema operativo Android que supera con creces las especificaciones del iPhone 6 y que cuesta la tercera parte (ver la imagen de abajo). Solo $299 dólares en una de sus dos versiones. Si llegan a leer otro post donde se hable de este celular, se van a encontrar con 2 cosas: reviews hablando maravillas de lo que sería un flagship killer de marcas como Samsung, LG, Sony o Nokia, cuyos buques insignias cuestan el doble y apenas igualan algunas de las especificaciones del OnePlus One. Lo otro que seguramente van a encontrar será comentarios de gente quejándose del «pésimo» sistema de invitaciones utilizado por OnePlus, empresa fundada en China en diciembre de 2013 y que en 1 año llegó a vender 500.000 unidades con un sistema que nos recuerda a la estrategia Eric Cartman que vimos en South Park: Eric desarrolló toda una complicada estrategia de mercadeo que levantó de las ruinas a un parque de diversiones con la muy difundida estrategia de “No eres bienvenido en mi parque, ni vengas”.
 
Al igual que sucedió con la estrategia de Eric, el hecho de que nadie pudiera comprar una entrada al parque hizo que hasta los más curiosos se acercaran para ver lo que estaba pasando. Eso mismo pasó con el OnePlus One. No es que después de leer este post tu puedas ir a la página del producto y simplemente des click en ‘comprar’. No es así de fácil, y eso es lo que muchos están criticando. Por su precio tan atractivo, todos quieren tener uno. El problema es que para hacerte con uno debes recibir una invitación de alguien que ya lo haya comprado. Por eso en su momento ni se me pasó por la cabeza comprarlo. Tenía en mente un Moto X de Motorola o un Nexus de Google y por supuesto no conocía a nadie que se hubiera comprado un OnePlus One para que me mandara la invitación.
 
 
No obstante, hace tiempo me dije a mí mismo: «no pierdo nada si me creo una cuenta en la página de OnePlus. Si por acaso llego a recibir una invitación, ya tendré la cuenta creada». Eso debió a ser a mediados de 2013, y en noviembre pasado recibí un correo una invitación para comprar el OnePlus One. Me seguía pareciendo extraño, ya que no conocía a nadie que lo hubiera comprado, ni le había pedido a nadie que me enviara una invitación. E incluso cuando los foros y blogs de Android están inundados de gente deseando recibir una invitación, yo todavía no estaba seguro de comprarlo. Sabía que tenía que comprar un celular nuevo porque habían robado el mío hacía poco y así esto no hubiera pasado, de todas formas lo iba a cambiar por antigüedad. En fin, creo que acabé recibiendo la invitación por el simple hecho de ser un buen muchacho y crearme una cuenta.
 
Ya con la invitación en mis manos, no me podía dar el lujo de guardarla, pues la que yo recibí caducaba en menos de 24 horas. En otras palabras, tenía en mi poder una bomba de tiempo y todavía no estaba seguro de si ese era el celular que yo quería. El gran PERO que yo ponía era que no era el Nexus o el Moto X que yo quería y que la pantalla era muy grande (5.5 pulgadas). No obstante, al final terminé comprándolo. Además del precio (el Nexus 5 cuesta $400 USD y el Moto X, $500 USD ) lo que me motivó fue el sistema operativo que lleva el celular. No es solo Android, es CyanogenMod, un Android modificado del que ya hablé alguna vez.
 
No hay gran diferencia entre Android y CyanogenMod. De hecho se ven practicamente iguales. Pero, en mi caso, lo que siempre me gustó fue la filosofía de CyanogenMod: el hecho de que una comunidad (hoy convertida en una empresa de vehículos autónomos) haya sido capaz de tomar los celulares más antiguos, ya abandonados en sus actualizaciones por los fabricantes, y dejarlos corriendo como si hubieran sido lanzados hace solo unas semanas. Al menos eso fue lo que pasó con mi Samsung Galaxy S2, ya estaba que lo botaba por la ventana y acabé usándolo 1 año más.
 
En una entrevista reciente, los fundadores de OnePlus aclararon que a pesar de tener una serie de problemas legales con Cyanogen en India, donde prohibieron la venta del OnePlus One, sin CyanogenMod seguramente no hubieran tenido este éxito tan rotundo. Lo que esto quiere decir es que muchos de los primeros compradores fueron los miembros más antiguos de la comunidad de CyanogenMod, y fue el voz a voz el que lo terminó convirtiendo un éxito en ventas (ya quisiera Samsung invertir $300 dólares en publicidad y vender medio millón de unidades). Al final no fue solo esta comunidad la que terminó comprándolo sino usuarios que quieren un equipo decente a un precio pagable (y sin contrato).

 
Así pues, terminé por decidirme y acabé yendo al botón de Check-Out de la página de OnePlus. Ahora había un problema: no se puede pagar con tarjeta, solo con PayPal. Bueno, no es tan grave porque PayPal funciona con tarjeta de crédito, pero en 24 horas (y ya habían pasado 18), cualquier contratiempo podía hacer que se me fuera de las manos la invitación. Una vez superado este inconveniente, hice el pago por la versión de $349 USD, de 64 Gb de capacidad (la invitación era para este modelo solamente).
 
Ahora tenía otra cuestión por resolver: como OnePlus solo hace envíos en Estados Unidos, Asia y Europa, iba a hacer la que siempre hago de poner la dirección de un buzón en Miami y que luego me lo enviaran a Bogotá. El problema de hacer esto es que a los genios que firmaron un tratado de libre comercio entre Colombia y Estados Unidos no se les ocurrió beneficiar de alguna manera al ciudadano común y si uno quiere entrar algo por aduana desde ese país solo no paga impuestos si la compra tiene un valor inferior a los $200 USD (y eso fue por una reforma tributaria, ni siquiera por el TLC). Y como el celular estaba avaluado en $350 USD aproximadamente, debía declarar el valor real si no quería que me lo retuvieran en aduana, o en caso de cualquier daño, ese era el valor que estaba dispuesta a responder la empresa por la que hiciera el envío.
 
Pagando el 25% más, terminaba dando lo mismo que comprar un buen celular libre en Colombia. No valía la pena. Afortunadamente, una vez hecho el pago y puesta una primera dirección, si el paquete no ha sido enviado, uno puede cambiar la dirección cuantas veces quiera. Así que tuve tiempo de averiguar quién que estuviera en Estados Unidos estaba viajando próximamente hacia Bogotá para que me hiciera el favor. Si quieren, llámenme evasor de impuestos por no querer pagar esto, pero yo no tengo la culpa de que no sepamos negociar un TLC.
 
Ya solucionadas estas dos cuestiones, fue cuestión de menos de 7 días para que el paquete llegara a Boston, Massachusets. En ese momento, comentó mi amigo, recibió una caja donde venía el celular y otra donde venía el cargador. Este envío costó $14 USD y se pagaba en el mismo momento en que se hacía el pago con PayPal, por lo que al final el celular acaba costando unos $365 USD (envío incluido).
 
 

Costo del OnePlus One de 64 Gb (resumen)

 
  • Costo del equipo: $349 USD
  • Envío dentro de Estados Unidos: 14 USD
  • Impuestos de aduana en Colombia: 25% del total aprox.: 90 USD
  • Envío: $20 USD (aprox)
  • Total: $473 USD
  • Lo que yo pagué: $363 USD
 

Opiniones y experiencia de uso del OnePlus One

Ahora, mi opinión tras haberlo usado un par de semanas. El OnePlus One tiene un diseño increíble. A pesar de tener un precio tan bajo, no escatimaron en gastos no solo en meterle el mejor diseño, sino en que todos sus componentes fueran de la más alta calidad: procesador Qualcomm Snapdragon 801 de 4 núcleos, cámara Sony de 13 megapixeles y pantalla Corning Gorilla Glass 3.
 
Aunque la pantalla es un poco grande, al cabo de unas horas uno ya está acostumbrado. La próxima vez que agarré un iPod o mi celular anterior, se me hicieron pequeños. Al final 5.5 pulgadas no es ningún problema, sino una ventaja que uno puede acabar aprovechando. Es más fácil para leer libros en Kindle, blogs en Feedly o ver series en Netflix. Por otra parte, toma fotos increíbles, como la de abajo, (no la subo en full calidad ni en su tamaño original, o no termina de cargar nunca). Aunque viene sin audífonos, tiene unos altavoces que suenan muy bien. Viene con Android 4.4.4 con una capa de personalización de OnePlus, pero se puede cambiar fácilmente hacia una más limpia y parecida a la de Google. Yo al final instalé Google Now Launcher porque es el que más me gusta. De cualquier forma, con o sin launcher o capa de personalización, el celular es muy rápido. Ninguna aplicación se cuelga abriendo. 

 

 

Y por último, lo más importante: la batería. Nunca la he usado hasta llegar al 0%, pero es así: si ni lo tocan, se descarga poco o nada. Parece obvio, pero hay celulares que hasta dejándolos quietos se descargan a toda. Pero si lo usan de corrido con pantalla encendida a un nivel de brillo normal, yo le pongo que dura unas 12 horas (aunque esto depende de qué tipo de actividad estén llevando a cabo en el celular, si tienen datos, WiFi o GPS…en fin). La cuestión es que cuenta con una batería de 3.100 mAh que aunque es más poderosa, también consume más por el tamaño de la pantalla. Un plus es que carga muy rápido la batería con el cargador de fábrica.
 
Y eso es todo lo que tengo que decir sobre el OnePlus One. Yo lo recomiendo por el precio y por todas sus especificaciones. Si bien tiene sus PEROS como el complicado sistema de invitaciones, que no envían hacia Latinoamérica o que no se paga con tarjeta de crédito, todo es solucionable y al fin acaba siendo una buena compra por un precio mucho menor que el de muchas de las marcas que hay ahí afuera y con unas especificaciones mucho mayores.
 
Ya para cerrar, solo quisiera decir que si bien OnePlus One es una compañía china, este no es cualquier celular chino. Este equipo está fácilmente a la misma altura de los buques insignias de otras empresas chinas como Xiaomi o Huawei o de otras con más trayectoria en la industria como Motorola, Nokia o Apple.
 
Imágenes propiedad de techstage, cyril gauthier, photo4howi