Moneda de un real por ambos lados

El fin de semana pasado (abril de 2015), Apple inauguró en la zona sur de Sao Paulo su segunda Apple Store en Brasil y la segunda también en América Latina. La primera abrió sus puertas en Río de Janeiro en 2014. Y al igual que sucede en otras partes del mundo, hubo gente desde la noche anterior durmiendo a las afueras del centro comercial, esperando ser los primeros clientes en entrar. A modo de broma, los comentarios en redes sociales eran de que el día de la inauguración solo iba a haber gente con celulares una porquería Samsung Galaxy Y, sacando selfies al frente de la tienda, o que lo único que se vendería serían cargadores.

Y aunque el comentario fuera para bromear, tiene mucho de cierto y es el hecho de que en Brasil el grueso de la población no tiene Smartphones de última generación, por lo que es muy difícil, ya sea, o ver a alguien con un iPhone 6 de última generación o encontrar a alguien saliendo de una Apple Store con uno nuevo. Los que tienen uno por lo general son de generaciones anteriores, hasta el punto de que hay operadoras que en 2015 todavía ofrecían el iPhone 4. ¿Por qué? Porque los celulares, y en general toda la tecnología y productos importados, son muy caros en Brasil.

Si quieren ponerse al tanto sobre tendencias tecnológicas en Brasil, este vídeo de Daniela Jaramillo para el canal en YouTube de Platzi explica varias cosas que por fuera de Brasil no todo el mundo sabe:

Atención: este post fue escrito en 2015 y puede tener valores desactualizados.

Para que comparen. Si entran a la Apple Store de Estados Unidos y consultan el precio del iPhone 6, el de 4,7 pulgadas, de 16 Gb (el de menor capacidad) y libre, se van a encontrar con un valor de $649 USD. Pero si van a la Apple Store de Brasil, el valor va a ser casi del doble, R$3.499, que en dólares vendrían siendo unos $1.155 USD (hice la conversión utilizando XE). Es más caro, ¡mucho más caro! Pero, bueno, al menos ofrecen opciones de financiamiento, como pagarlo a 24 cuotas y además el envío es gratis (!).

En este post voy a hablar más que todo de Apple, pero es una realidad que aplica en las demás marcas de tecnología y en algunos productos de consumo masivo, sobre todo los productos que no son fabricados en Brasil, son mucho más caros que en cualquier país del mundo. Mi idea en este post es explicar qué es lo que los brasileros llaman como el costo Brasil, y tratar de entender por qué Brasil es quizás el país más caro de América Latina.

Los celulares más caros vs. los celulares más baratos

Hace unas semanas, ENTER.CO publicó una nota de que OnePlus tendría planes de iniciar operaciones en América Latina, según una información publicada por la misma compañía de que estaban buscando personas para ocupar 2 altos cargos en LatAm. En uno de los comentarios, un usuario decía que daba igual, pues de todas formas los celulares llegaban «carísimos» a Colombia. Ahí yo me pregunté en qué universo paralelo estaba viviendo este personaje, pues que yo sepa los precios de los celulares en Colombia son prácticamente los mismos que en Estados Unidos, o al menos la diferencia no es mucha. Lo que el comentario afirmaba solo sería cierto si usted cree que pagando a 24 o 36 cuotas le va a salir más barato. Más que ser falso, como ya hemos hablado varias veces aquí, usted va a terminar pagando 1.5 o 2 veces ese celular, y cuando finalmente sea suyo, será un celular antiguo.

El comentario original en ENTER.CO decía:

La verdad no espero algo muy sorprendente respecto a la distribución de este equipo acá en latinoamérica, y aun menos acá en colombia, donde todo termina llegando por el triple de precio.

Kamishan Sempou

Entonces, ¿por qué en Brasil un iPhone cuesta casi el doble de lo que cuesta en Estados Unidos, mientras que en Colombia cualquier celular cuesta prácticamente lo mismo? Algo que pasó en Colombia, razón por la que el comentario de arriba no es correcto, es que en la década de los 90 hubo una apertura económica, y de unos años para acá se firmó un TLC con Estados Unidos. Si bien esto fue un desastre para la industria nacional en muchos sentidos, si nos referimos únicamente a artículos de tecnología, fue algo bueno porque los productos pagan menos impuestos cuando entran al país, que es lo que no pasa en Brasil, donde nunca hubo tal TLC ni apertura económica, razón por la cual gravan con impuestos absurdos a sea lo que sea que llegue desde afuera.

Pero Apple tuvo una idea para pagar menos impuestos. Al igual que Motorola, Nokia, Dell y otras marcas de tecnología, iniciaron operaciones en Sao Paulo y Manaos en el Amazonas brasilero. Sao Paulo por cuestiones logísticas, pues es la ciudad más industrializada y donde están concentradas casi todas las grandes fábricas, y Manaos porque es una zona libre de impuestos. Esto más adelante llamaría la atención de Foxconn, empresa china que ensambla celulares, tabletas y computadores para varias marcas. 

Con esto se llegó a prometer que en Brasil finalmente el precio de los artículos de tecnología sería más bajo, pues si no estaban importando, no habría razón para pagar impuestos tan altos. Prometieron inversiones millonarias y miles de empleos, pero la realidad fue otra. No solo generaron empleos precarios, sino que la fábrica de Foxconn en Manaos cerró en el año 2012 y el precio del iPhone nunca bajó.

Peor aún es que Apple haya iniciado operaciones en Brasil desde el año 1995, que sea el único lugar de América Latina donde hay Apple Store y sea donde los consumidores más pagan. Pero esa sería una forma simplista de explicar el asunto, pues no es solo Apple la que vende artículos de tecnología con precios sobre las nubes en el mercado más grande de América Latina. Son todas las marcas, así que lo único que han hecho ha sido adaptarse al mercado.

Pero pudiendo vender más barato, ¿por qué no lo hacen? Recordemos una cosa: Apple no solo vende un teléfono, vende exclusividad, una experiencia que no puede estar al alcance de todo el mundo (o eso pretenden y eso es por lo que sus clientes pagan). Es una experiencia que alguien con un celular Samsung o Nokia no puede comprar. Por eso los productos de Apple son más caros que los de su competencia. No solo en Brasil. Es en todo el mundo. Por tal motivo, de entrada, Apple tiene que vender, sí o sí, más caro que sus competidores. Entonces, si Samsung vende caro, Apple se puede dar el lujo de vender un poco más caro. Simplemente no pueden estar al mismo nivel ni por debajo. 

El ‘costo Brasil’

Pero como ya dije, eso es algo que aplica para todo el mundo. Ahora bien, hay varias cuestiones más, y es aquí donde entra el llamado costo Brasil, donde se mezclan varios factores. Uno de ellos son las abismales diferencias sociales, algo que se siente mucho en la ciudad de Río de Janeiro: o usted es muy rico, casi millonario, y vive en Copacabana o Ipanema al lado de la playa, en una de las zonas más caras del mundo, o usted es pobre y vive en una favela, incluso a unas pocas cuadras de ahí.

Pues bien, como esas diferencias son tan grandes, las clases más altas se pueden dar el lujo de pagar caro por productos caros y no les importa hacerlo, pues es un diferenciador social. Esto hace que no haya resistencia a los altos precios, porque no hay nadie que cuestione ni esté dispuesto a dejar de comprar con tal de darle «una lección» a la indusria, si es que algo así existe. En Brasil la gente paga lo que vale y la industria vende a lo que están pagando. Lo que llaman la mano invisible en economía, la oferta y la demanda.

No obstante, hay otras razones que empeoran el problema aún más. Ya no estamos hablando de que los productos sean o no importados, sino de que de hecho para la misma industria nacional los impuestos son altísimos. Si en Colombia el IVA es del 16%, su equivalente en Brasil es cercano al 35%. En últimas, estamos hablando de que hay impuestos sobre la producción y sobre el consumo, independientemente de si son empresas que están generando empleo en territorio brasilero.

Para ponerles un ejemplo Brasil paga los carros más caros del mundo: Volkswagen, con fabrica en Sao Paulo, exporta a México: el carro es más barato en México, incluso cuando fue importado desde Brasil. Este fue el motivo por el que Ikea desistió de iniciar operaciones en Brasil: la carga tributaria era ridícula.

Y hay más, y nos tenemos que remitir al absurdo comportamiento de la banca en Brasil, donde los intereses por tarjeta de crédito en 1 solo año pueden ser cercanos al 250%. Como referencia, en Colombia este valor no pasa del 30%. Aunque lo anterior se refiere exclusivamente a tarjetas de crédito, es para que entiendan que los préstamos de los bancos para cualquier cosa son altos porque el acceso al crédito es muy fácil, a cualquiera se lo dan. De hecho, como ya les comenté una vez, y no es exageración, todo el mundo paga con tarjeta y todos los vendedores (hasta ambulantes) tienen un datáfono. Una de las razones de ser de esto, entre muchas otras, es que nunca tienen cambio, ni siquiera para billetes pequeños, así que prefieren recibir tarjeta, que dinero en efectivo.

Inclusive, para el año 2014, según el Banco Central de Brasil, hubo un aumento del 10% en la deuda por tarjetas de crédito respecto al año anterior, llegando así a R$39 billones ($13 billones USD aprox.), de los cuales R$11,9 eran solo intereses ($4 billones USD aprox.). Y llama la atención el hecho de que solo en el Estado de Paraná el 64% de las familias tenían para ese momento deudas por tarjeta de crédito.

Ahora bien, si el acceso al crédito es fácil y los intereses son altos, entonces quien quiera abrir una empresa y necesite de un préstamo está arriesgándose demasiado. No solo tiene que pagar el préstamo de vuelta al banco, sino que tendrá que pagar impuestos cercanos al 35% desde el día 1 (más empleados y obligaciones). A la oficina del Gobierno que recauda los impuestos no le interesa que usted esté generando empleo ni que los intereses sean altos, solo le interesa recaudar.

Eso uno lo entiende con el pequeño empresario, pero lo que uno no entiende es cómo empresas con capital extranjero se agarren de este contexto para distorcionar los precios a su antojo. A ver, me explico, Apple Brasil no tiene que pedir ningún préstamo a un banco brasilero para iniciar operaciones, tiene sus propias fábricas dentro del país, tiendas, no importa y van a vender, sí o sí, solo por llamarse Apple Inc. Lo único que debe pagar es impuestos y salarios a sus empleados (¿hice bien la ecuación o dejé ago por fuera?). Esto no explica el hecho de que, según un reciente estudio del Fondo Monetario Internacional, Brasil venda el iPhone más caro del mundo.

Y ojo que estoy hablando de Apple, pero es algo que hacen por igual todas las marcas de tecnología, y casi todas las que ofrecen productos importados. De hecho, había un blog hoy fuera del aire (www.estamosricos.com.br), muy divertido por cierto, que recopilaba precios de productos dentro y fuera de Brasil. Y aunque a lo largo de este artículo hemos hablado solo de tecnología, lo que uno podía ver en ese blog era que se trataba de algo que se extiendía a más sectores de la economía: sector inmobiliario, productos de bebé, videojuegos, autos, comercio electrónico, etc. Y el problema es que la realidad social de Brasil no es tan diferente a la de otros países de América Latina. Si bien es el país con mejores condiciones económicas de la región, eso se explica simplemente porque tiene 200 millones de personas, lo que se traduce en mayor consumo. Pero detrás de eso, los salarios no son tan diferentes a los de otros países ($270 USD aprox. el salario mínimo), mientras que los costos, sobre todo de comida, transporte y vivienda son más altos, algo que se siente más en Sao Paulo, Río de Janeiro y Brasilia.

Para que se hagan una idea, una persona ganando un salario mínimo en Brasil tendría que trabajar durante 4 meses para pagarse un iPhone 6, en Colombia, serían 2,7 meses. Aquí ayuda que el precio del teléfono es mucho menor, pues la diferencia de salarios no es mucha. Ya en Estados Unidos, donde los salarios se miden por hora y no por mes, una persona podría trabajar 8 horas diarias durante 2 semanas y fácilmente tendría para comprarse un iPhone 6. 

Hablé sobre este tema con mi amigo Vince, una de las personas que más sabe sobre videojuegos en Brasil, y me explicó que de hecho hay un término mercadológico para referirse a lo que pasa en Brasil. Traduciría algo así como desnatamiento del mercado, y consiste en tener un precio de entrada alto, muy por encima de los costos de producción, con el objetivo de llegar a públicos que buscan productos exclusivos. Con el pasar del tiempo, el precio irá cayendo hasta el punto de que cueste lo mismo que costaba en otros mercados inicialmente. ¿Ahora entienden el comentario del comienzo de por qué siguen vendiendo iPhones antiguos en Brasil?

Evidentemente, todo se trata de una estrategia muy bien calculada por las propias marcas, que aprovechan unas circunstancias únicas que se presentan en el mayor mercado de América Latina. Tal vez tenga algo que ver el hecho de que por cuestiones culturales y del mismo idioma Brasil también es un país muy cerrado, pero también de su propio mercado, que nunca abrió sus puertas. Todo esto causa unos altos costos que se juntan con otras cuestiones socioculturales, resumiendo así a lo que en Brasil llaman el costo Brasil

Ya para el caso de Apple, que es de la marca de la que hablé a lo largo de este artículo, lo que ellos hacen es ridículo. En Brasil acaban de abrir su segunda Apple Store, tienen a Foxconn, que fabrica iPhones y iPads a unos cuantos kilómetros. Es decir, tienen producción, distribución y logística dentro de un mismo estado (hay una fábrica de Foxconn en el interior de Sao Paulo). Y aun así, Brasil vende el iPhone más caro del mundo, casi al doble de lo que costaría en Estados Unidos, donde lo importan desde China a miles de kilómetros. Todo esto para decir que en Brasil todo es tan caro, simplemente porque se juntan unas condiciones que no existen en ningún otro lugar del mundo. ¿Habían visto algo así?

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