Imagen: David Goehring

No es exagerado decir que Internet le debe mucho a los blogs. Solo por mencionar tres ejemplos, Google, Facebook y Twitter se deben en gran parte a los blogs. El primero porque un alto porcentaje de los sitios indexados en Google Search, su buscador y producto estrella, son blogs. Los otros dos, Facebook y Twitter, porque la estructura respecto a como presentan la información en el Newsfeed y en el Timeline de forma linear, de arriba para abajo, viene de los primeros blogs que aparecieron en Internet en 1995.


El primer blog que apareció en Internet, cuando ni siquiera existía una palabra para llamarlos por ese nombre, era un sitio web llamado Robot Wisdom, que hace 20 años hacía algo que, aunque nadie más hacía, hoy es muy común: compartir enlaces hacia contenidos interesantes. Mencionaba a Facebook y Twitter, pero en realidad podrían ser infinitos los sitios/servicios/apliciones que hoy hacen esto mismo: Pinterest, los servicios de RSS, Noosfer, LinkedIn, y hasta DuckDuckGo nos recomiendan contenidos de otros sitios web para leer de acuerdo con nuestros intereses. Del mismo modo hoy existe la curación de contenidos: tomar lo mejor que hay en otros sitios, y presentarlo en uno donde se unifique la información, como lo hacen PULZO y Google News.

Hoy el volumen de información circulando por Internet es tan alto, que todo esto se da en respuesta a que no podemos consumir tanta información. Ya de por sí estamos dejando por fuera de este debate los contenidos offline, la televisión, los libros, la radio y el cine. De hecho, actualmente Facebook es 95% Links y 5% amigos míos, o al menos eso es lo que siento yo.

Ahora que esto nos parece común, piensen que no siempre fue así. Hace 2 décadas no había tantos sitios, y tomarse el trabajo de navegar entre los pocos que había para encontrar cosas divertidas era un trabajo de unos pocos. Piensen en que no había buscadores. Bueno, existían Yahoo! y Altavista, pero por supuesto no eran potentes, indexaban pocos sitios y parecían más directorios que buscadores.

Así pues, hacer ese trabajo de buscar entre lo poco que había con las precarias herramientas de la época era una responsabilidad monuental. Eso era lo que hacían los primeros blogs. Robot Wisdom, que estuvo al aire entre 1995 y 2004, se parecía visualmente a lo que hace Twitter hoy. Su autor, Jorn Barger, encontraba algún Link interesante, escribía algún comentario y esto se iba a mostrar en la parte superior de la página. La próxima vez que él hiciera esto mismo, los contenidos antiguos se iban a desplazar hacia abajo. Y en eso es que se parecen muchos sitios de compartir contenidos hoy, en esa estructura. 

La diferencia es que Barger hizo todo eso por su cuenta. Él creó ese sistema y, seguramente, cada vez que quería insertar un enlace lo tenía que hacer manualmente, escribiendo unas líneas en formato HTML. Ahora en cambio es solo copiar y pegar, y Facebook hace hasta el trabajo de extraer metadatos (títulos, descripciones e imágenes) para que estéticamente sea algo que llame la atención de ser leído. O para quienes tenemos blogs, es solo seleccionar el Anchor Text, dar click en la opción de hipervículo y pegar el Link.

Los blogs eran básicamente eso: sitios personales comentando lo mejor que había en Internet. Se llamaban Weblogs. Jorn Barger los bautizó así y sugirió que si alguien encontraba una mejor forma de llamarlos, era libre de hacerlo, a lo que el nombre acabó siendo simplemente blogs. Después hubo más personas haciendo eso mismo, entre ellos Cameron Barrett, que publicó una lista de «más sitios parecidos a este». Más y más gente comenzó a tener sus propios blogs, se creó una comunidad y se volvió difícil seguir tantos blogs, explica Rebecca Black, que en 1999 ya tenía un blog que estuvo activo hasta 2014.

Cada blog era una mezcla en iguales proporciones de links, comentarios, pensamientos personales y ensayos: Rebecca Black.

En 1999 pasó algo que cambió la historia de los blogs. Evan Williams, que despúes fundaría Twitter y Medium, creó Blogger, adquirida por Google en 2003. Tener un blog se volvió algo mucho más fácil. No era necesario tener ningún conocimiento técnico y hubo una explosión de blogs. De hecho fue la existencia de la marca Blogger la que popularizó el término a finales de los 90 y comienzos de 2000. Junto a esto, los blogs cambiaron radicalmente el tipo de contenidos que compartían, pues ya no era lo mejor de la web, sino el blog de algún conocido, un amigo o alguien que uno había conocido el fin de semana. Cada enlace llevaba a una narrativa que continuaba la historia anterior que estábamos leyendo, y en menos de nada, habíamos conocido 10 nuevos blogs.

La historia continuaría por 15 años para llegar hasta hoy, pero no pretendo reconstruir todo. Solo quizás mencionar que después llegaron WordPress, Twitter, Facebook y Tumblr, entre otros. Si al comienzo tener blog era algo que solo unos geeks podían hacer, hoy es prácticamente imposible no tener presencia en Internet, no necesariamente en un blog. Cuando todo eso empezó a pasar fue que llegó el fin de los blogs como los conocíamos. Con esa expresión me refiero más exactamente a los primeros blogs que compartían solo lo mejor que había en Internet y cuando las personas enlazaban a otros que conocían o admiraban (¿alguien se acuerda de Geocities?). Hoy ese espacio está empezando a prostituirse por gente que entra en la blogósfera solo para ganar dinero. No es común, mas es una tendencia que he empezado a ver. Unos pocos abusando de Blogger y WordPress para llenar de enlaces de afiliados textos que ni vale la pena leer. Varios más usando Google Adsense para monetizar el sitio sí o sí. No se vale tener un blog y no ganar dinero. Serías un idiota que regala su tiempo.

Y yo no voy a decir que yo no he hecho esto. Todo el tiempo recibo propuestas de agencias que me pagan por ciertas acciones con mi blog, pero hasta algunas las rechazo porque me piden cosas que no estoy dispuesto a hacer. Y tengo amigos y sigo otros blogs que también lo hacen. Pero a ninguno de ellos los culpo, simplemente porque estoy seguro de que, al igual que yo, saben que lo primero es escribir y compartir, como sucedía con los primeros blogs, y después si saben hacer eso bien, es probable que puedan ganar dinero a costa de ello, ya sea escribiendo o vendiendo productos o servicios relacionados con lo que hablen en su blog. Creo que todavía somos una comunidad grande que está atada a las raíces de lo que fueron los primeros blogs, pero que infelizmente se está empezando a infectar de otros a los que en vez de compartir les interesa es ganar dinero cuando en el fondo no tienen nada que valga la pena leer ni compartir.

En resumen, ganar dinero no es el problema. El problema es que no tengan talento escribiendo y pretendan que alguien les pague por eso.