Con sorpresa recibió la blogósfera esta noche la noticia de que Google acabaría antes de julio próximo con Google Reader, su popular servicio de feeds vía RSS, la única herramienta que en mi opinión está al mismo nivel de Twitter en cuanto a inmediatez y poder informativo: ¿por qué? Similar a como sucede con los 140 caracteres, el RSS nos permite seleccionar blogs y seguirlos en un Timeline, que nos muestra de arriba para abajo el título de un post publicado recientemente. Si nos llama la atención, podremos seguir leyendo. Si no, podremos mirar entre todas las demás suscripciones algo que nos llame la atención. John Freddy Vega, de Mejorándo.la, describe el servicio como un Gmail de los blogs, pues en pocas palabras se trata de una plataforma para recibir alertas personalizadas cada vez que algo nuevo haya sido escrito en uno de esos tantos blogs que alguna vez nos haya llamado la atención. Precisamente acabo de contar, y estoy suscrito a 105 bitácoras que empecé a seguir desde que empecé a utilizar el servicio en 2009, un número de sitios al que sería humanamente imposible ingresar uno por.
Si lo piensan bien, no debe haber un solo usuario en Internet que jamás haya visitado un blog, más tratándose de un fenómeno tan antiguo, que apareció por allá hacia finales de la década de los 90, y que posteriormente se fortaleció gracias a FeedBurner, adquirido por Google por la cifra de $100.000.000 USD en 2007, lo que más adelante conoceríamos como Google Reader.
Que desde esa época no haya logrado masificarse de la misma manera en que lo han conseguido Facebook, Twitter o YouTube, sino que se haya estancado únicamente en ese público que desde siempre ha comprendido el poder de los blogs es algo que habla muy mal de los usuarios en Internet. Me apoyo en la opinión Marshall Kirkpatrick que utilicé hace unas semanas precisamente:
La falta de adopción del software de lectura RSS por parte de los consumidores y negocios es de los sucesos en la reciente historia tecnológica que peor habla del estado de la humanidad. Que un repositorio personalizado y centralizado de actualizaciones hechas via canales dinámicos de información ofrecidos por fuentes gratuitas y confiables de publicación democrática en todo el mundo haya sido ignorado tecnológicamente y reemplazado en la atención popular por jueguitos que pudren la mente hechos en Flash en Facebook es tan deprimente como la manera en la que los sueños de la educación pública se quebraron cuando la promesa de la televisión se volvió su realidad […] Es terrible. Es razón para empacar todo e irse a casa.
Fue esta falta de adopción hacia esta tecnología la que seguramente habrá motivado a Google a tomar esta decisión, que solo hablando en dispositivos móviles afectaría hasta a 5.000.000 de usuarios que han instalado la aplicación, según la Google Play Store. Ahí tendríamos que entrar a considerar a los que están en iPhone, Windows Phone, BlackBerry y entornos de escritorio.
Siguiendo por esta misma línea, no me cabe duda de que el cierre de Google Reader también tiene que ver con centrarse en un solo producto que cumpla las mismas funciones: Google Currents, la aplicación móvil que nos permite tener acceso a los mismos contenidos, pero desde dispositivos Android e iOS. ¿Y los que solo tienen acceso a un computador o tienen un smartphone de la competencia? Que emigren hacia otro servicio, es lo único que dice Google.
Sin embargo, por el lado de los que tenemos un blog, en Google Currents debemos indexar nuestro sitio por nuestra cuenta. No es como un blog en Blogger o en WordPress que ya tienen suscripciones RSS por defecto. En cuanto al lector, probé por un tiempo cómo me iba tratando de leer desde un smartphone y no era lo mismo: pantalla pequeña, no podía ver todas las noticias en un Timeline al estilo Twitter y tenía que cambiar de página como en un libro. En ese caso, prefiero Flipboard, que de todas formas, al igual que Currents, funciona mejor que en tablets que en celulares.
Entendiendo los dos motivos que habría considerado Google para tomar esta decisión, volvamos a la pregunta con la que iniciamos este post: ¿tiene sentido la muerte de Google Reader? Para Google tiene sentido enfocarse en los productos que cree son más rentables: matar al antiguo y darle fuerza al nuevo, que es lo que también ha pasado con Google Wave, Gears, Bookmarks Lists y demás que terminaron fracasando antes de ser cerrados. Pero bajo esa lógica se están demorando con Orkut, para dedicarse de lleno a Google Plus; o con Chrome OS y apostarle a Android con un solo sistema operativo.
¿Y para los usuarios? Más de 5.000.000 de suscriptores quedamos en el limbo. Seguramente salvemos nuestros datos y nos vayamos con los que hasta hoy eran la competencia. La diferencia es que ninguno tendrá integración con Google, ni recetas con IFTTT. ¿Y entonces? Solo una duda que le dejaría a Google en el aire: si un teléfono o un tablet de la serie Nexus lo venden a pérdidas, ¿acaso no valdría la pena potenciar el uso de Reader y generar ingresos a partir de una herramienta que es tan poderosa como Twitter? Yo estaría dispuesto a pagar unos cuantos dólares al año con tal de que el servicio siguiera vivo. ¿Ustedes no?