Además de que guardan todo tu dinero y de que te prestan para comprar un mercado, un carro o una casa, ¿sabes algo más sobre bancos?, ¿te has preguntado alguna vez por qué son tan poderosos? Bueno, tal vez no te lo hayas planteado, pero los bancos son los únicos que están en capacidad de prestar grandes sumas de dinero, y en algunos casos hasta sin preguntar para qué lo queremos. Más o menos eso fue lo que pasó en la crisis económica de 2008 en Estados Unidos: los bancos empezaron a prestar mucho dinero para todo aquel que se quisiera comprar una casa, y de manera irresponsable los créditos se los daban prácticamente a cualquiera, pues a los empleados que los ofrecían les daban comisión por aprobar créditos. En algún momento hubo mucha gente (de bajos o nulos recursos) dispuesta a pagar lo que fuera por una casa o un apartamento sin llevar control riguroso alguno, lo que hizo que quienes ofrecían estas propiedades se pudieran dar el lujo de cobrar todo lo que quisieran. De cualquier forma, el dinero ya lo estaba poniendo el banco, y el dueño de la propiedad se endeudaba durante los próximos 10, 15 o 20 años.


Hubo un momento en que mucha gente no tuvo cómo pagar las cuotas, y estalló una burbuja inmobiliaria. Ahora nadie quería comprar vivienda. Los precios bajaron, y mucha gente perdió su casa. Aunque la crisis fue algo mucho más complejo que esto que les estoy contando, ya que involucraba además a bancos de inversión, agencias calificadoras, aseguradoras y Gobiernos, esa fue básicamente una de las causas principales de que en su momento el Gobierno de Estados Unidos saliera al rescate de los bancos, rescate que vino del dinero de los contribuyentes, es decir dinero público que venía de los impuestos que pagaban los ciudadanos. Ahí fueron les regalaron $700.000 millones de dólares para rescatar a los bancos de la quiebra.

¿Ves el poder de los bancos? Fueron los culpables de una crisis económica mundial, y aún así fueron rescatados. Sin embargo, en ese momento era un mal necesario. Si no se tomaban esas medidas, ¿se imaginan un mundo sin bancos? No podrías ir a un cajero, no podrías usar una tarjeta de crédito, gente financieramente responsable no hubiera podido comprar una casa o un auto, o hasta las transacciones entre empresas se hubieran llegado a detener. Imagínate si un día vas a tu banco a sacar de tu dinero, y te dicen: lo sentimos, nos quedamos sin dinero. Algo tan sencillo como ir a hacer mercado hubiera sido imposible. Si eso pasa, ¿a quién le vas a reclamar?, ¿a los bancos?

(Si quieres saber más sobre la crisis económica de 2008, te recomiendo Inside Job, un documental que está en Netflix. Abajo dejo el trailer. O también Caída libre de Joseph Stiglitz, que es premio Nobel de economía y que fue economista en jefe del Banco Mundial a finales de los años 90).



Traigo este tema el día de hoy porque me sorprende lo poco que uno puede llegar a saber sobre bancos, aun cuando estamos hablando de las instituciones a las les confiamos nuestros ahorros, en vez de dejarlo debajo del colchón, por supuesto. Y es que es un sistema tan complejo, que no lo debería entender nadie. Si no entiendes todo esto, es más fácil para el banco convencerte de que endeudarte es bueno, y así no te vas a dar cuenta de que al final terminarás pagando 2 o 3 veces lo que te prestaron. Por eso es tan común ver gente mandando compras con tarjeta de crédito a 36 cuotas. Se creen muy inteligentes porque le están pagando $1 dólar mensual al banco, pero no se han dado cuenta de que tienen 200 compras más a X número de cuotas, y todas acumulando intereses.


Respecto a esto, hay una regla que todo el mundo se debería saber de memoria: mientras más fácil sea acceder al dinero, más tendremos que pagar de vuelta en el futuro. Lo más extremo que hay, por ejemplo, es el «gota a gota», alrededor del cual se mueve toda una economía ilegal, y consiste básicamente en préstamos fáciles a intereses altísimos, por lo que es normal terminar pagando 2 veces la deuda inicial en menos de 1 mes. La diferencia es que al ser ilegal a uno no lo amenazan con ir a una central de riesgo como Datacrédito, sino que lo puede llegar a amenazar un grupo armado ilegal.



Otra regla que nos deberíamos memorizar es que nunca vamos a pagar lo que nos dicen que cuestan las cosas. Acá me refiero a cuando hacemos compras a crédito a 2 o más cuotas. Si un carro cuesta $15.000 USD, fácil. Después del primer mes, el banco necesita ganar algo y se llaman intereses. La cuestión es que un carro no se termina de pagar en menos de 3 años, y una casa, en menos de 10. ¿Esto qué significa en términos prácticos? Que adquirir una deuda tan alta te obliga a que durante los próximos X años no te pueden echar del trabajo, ni renunciar (Y ya sabes cómo están de difíciles las cosas por estos días). O si no, ¿de dónde vas a sacar el dinero? Por lo general mucha gente cambia de trabajo por uno mejor, y lo que hacen es endeudarse aún más por un carro mejor o una casa más grande. Yo no le veo sentido.


Cuando uno empieza a pensar así, deja de ser descabellado andar en transporte público y vivir en arriendo. La cuestión es pensar en cómo estamos gastando el dinero que aún no hemos ganado. Esto nos dará mejor calidad de vida y mayor libertad financiera. Si quieren saber más sobre esto en cifras, les recomiendo este post de mi amigo Ángel sobre qué tan cierta es la creencia de que tener un auto nos ahorra tiempo de ir de la casa al trabajo y de movernos por la ciudad. Una de las conclusiones de él es que «quizás lo único que necesites sea un vehículo que te lleve de un lado a otro y no estés dispuesto a hipotecar varios años de tu vida porque huela a nuevo y tenga el cuenta kilómetros a cero».

Y aquí termino por hoy. Solo quería hacer una pequeña reflexión para pensar más allá de lo que estamos acostumbrados a escuchar. No porque todo el mundo se endeude para comprar una casa o porque se compren un auto cuando ganaron su primer sueldo quiere decir que necesariamente esté bien. Tal vez lo sea para mucha gente, pero más allá de eso se está moviendo toda la economía, gracias a que muchas veces gastamos el dinero que aún no tenemos. La cuestión es cuando el banco ni se da cuenta de que efectivamente no vamos a tener dinero y nosotros somos parte del dominó que cause en una crisis financiera.
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