Repasando un par de proyectos en los que estoy trabajando, me di cuenta de que tener un blog hoy no es tan fácil como hace algunos años. Si bien abrir un .blogspot.com o un .wordpress.com lo hace cualquiera con solo unos clicks, crear algo decente requiere de una inversión de dinero, que si bien no es muy alta, lo que está es creando una élite de blogs muy bien diseñados y que consiguen llamar la atención desde el primer momento, vs. otros cuyas limitaciones, ya sea por Blogger o WordPress hacen que hasta el mismo creador del blog termine dando el brazo a torcer sin ganas ni siquiera de volver a escribir en algún momento. Adivinen cuáles son a los que mejor les va en el largo plazo.

Por decirles que en la versión gratuita de WordPress no se puede instalar Google Analytics ni plantillas, y en Blogger no hay un solo plugin decente. Yo llevo luchando contra esto último desde 2008 y terminé nunca migrando porque perdía más de lo que ganaba: tráfico, lectores, configuración, URLs y una serie de detalles que no vale la pena explicar aquí. Con todo esto aprendí una valiosa lección: Blogger no es una opción. Así que no queda de otra sino WordPress Pago.

Así pues, actualmente estoy trabajando en varias cosas que van a estar basadas en WordPress, básicamente porque es la tecnología más fácil para trabajar sitios web y es muy fácil que se integre con un blog. Esto último para mí, y lo confirmarán quienes trabajan en SEO o en marketing de contenidos, es algo sí o sí muy necesario, toda vez que mucho del tráfico, lectores y clientes potenciales llegan por ahí en un primer momento. De ahí en adelante es responsabilidad de uno mantenerlos y que sigan llegando más a punta de buenos contenidos.


WordPress pago, una élite restricta para unos pocos


Pero el problema de WordPress es que está restricto solo para aquellos que estén dispuestos a pagar unos $60 dólares de entrada (lo que cuestan un hosting, un dominio y una plantilla juntos). Ese es el precio por pertenecer al club y la razón por la que mucha gente que solo quiere probar acaba por optar por alternativas más baratas como las que ya mencioné al comienzo. Es un efecto similar al que tienen Netflix o Spotify: si hay alternativas gratuitas, ¿por qué pagar? De ahí que Medium tenga miles de personas escribiendo gratis para ellos, o hasta los mismos medios de toda la vida vendan humo con sus propios blogs. Si bien contra Medium no tengo nada, estos modelos podrían hacerle daño a mucha gente con potencial que le está escribiendo a otros a cambio de nada. Lo peor es que a veces no los lee nadie. Pregúntenme en los comentarios por qué.

Una vez pagado el precio por pertenecer a esa élite, muchas puertas se abren y eso es lo que muy poca gente que está por fuera puede imaginar. En mi caso, suelo recibir invitaciones para eventos, probar productos o propuestas para escribir a cambio de unos dólares. Si bien no es algo de todos los días, son oportunidades que nunca hubiera visto llegar si mi blog todavía terminara en .blogspot.com y no tuviera un diseño bien cuidado. Y esa es solo la superficie, pues hay que generar contenidos de calidad con frecuencia, hacer promoción, saber lo mínimo sobre cómo funciona Google, escribir bien y otra serie de cosas que se van poniendo en medio del camino. En otras palabras, hay que pagar y dedicar mucho tiempo para algún día ver resultados (como en cualquier proyecto de emprendimiento).


Casos de la vida real


Hay gente a la que los resultados le llega más rápido, pues incluso sin saber nada se dedican de lleno solo a esto y en menos de 1 año ya tienen no solo grandes comunidades de lectores alrededor, sino fuentes de ingresos por causa del mismo blog. Puedo destacar a Dean Romero y a Ángel Alegre, ambos de España, y donde la blogósfera nos lleva años de ventaja. O un caso más cercano, mi amiga Luisa que en solo un mes ya tuvo resultados que yo me demoré varios años en alcanzar. Les recomiendo que revisen sus blogs y se van a dar cuenta de qué es lo que tienen que alguien que comienza hasta ahora no tiene.

Hace poco mi primo que iba a iniciar un viaje por Latinoamérica me pidió ayuda sobre cómo comenzar un blog de viajes, y la verdad fue muy difícil convencerlo de todo esto. El precio no era bajo y no sabía qué tal iba a ir todo al cabo de unos meses. Al final todo podría terminar convirtiéndose en una pérdida de dinero y esfuerzo. Lo mejor que le pude recomendar como plan B fue que hiciera lo mismo que yo cuando comencé: abrir un blog en Blogger terminado en .blogspot.com, lo cual, repito, no lo recomiendo a nadie, y si todo va bien se compre un dominio en Godaddy.com al cabo de un tiempo. Ya más adelante le podría dedicar más al diseño y si los posts son buenos y escribe con frecuencia, seguramente iba a tener un impacto en más gente.

Su blog (en alemán) es este, por cierto: 

Yo por ahora tengo 2 proyectos a medias y aparte de tiempo, lo que me detiene es que no tengo en las manos la plata para comprar un hosting y una plantilla, así que cada uno está a medias y avanzo en lo que puedo. Al final cuando acabe cada uno y tenga todo lo que necesito, sacaré la plata de algún lado. Por eso es que no me afano todavía, porque todavía faltan muchas cosas. De hecho, por experiencia sé que el 90% de los proyectos web se demoran en ser entregados al cliente final porque este nunca tenía nada listo cuando empezó a trabajar, ni fotos, ni información, ni textos ni estructura. Eso es lo que quiero evitar.

En fin, escribí todo esto porque mientras trabajo con 2 plataformas totalmente distintas en paralelo, cada vez más me doy cuenta de las deficiencias de Blogger, propiedad de Google por cierto. Es un chiste el número de plantillas que hay en el mercado, lo incómodo que es trabajar en el diseño, en escribir entradas, en subir contenido multimedia, que ni siquiera esté integrado por defecto con Google Analytics, que sea tan vulnerable a ataques de Spam y que no haya un solo plugin decente para instalar (¡ni siquiera hay un Hosting!). Lo peor de todo es que el producto estrella de Google sea un buscador cuyo objetivo es organizar y entregar la información que hay disponible en Internet, mientras por otro lado, con uno de sus propios productos no se lo toma en serio para ayudar a millones de generadores de contenidos que lo hacen a cambio de nada. Hasta se echaron para atrás con la decisión de retirar los contenidos para adultos que estuvieran utilizando la plataforma de Blogger (no estoy en contra ni a favor de esta medida, pero si uno es serio y anuncia algo, uno acaba haciéndolo, no echándose para atrás).

Ese es el gran chiste de Google. Mientras WordPress está a la vanguardia de hacia donde se dirige la web y ofrece todo lo que sus usuarios necesitan, incluso si tienen que pagar por ello, Blogger se quedó estancado como en el año 2003, año en que fue comprado por Google y del que parece nunca haber evolucionado. Hago esta reflexión partiendo de que si bien ya hay pocos espacios de opinión en español alrededor de tecnología, mucho menos hay sobre la misma blogósfera.

Me perdonarán haber publicado esto hoy martes a medianoche y no el viernes pasado como es habitual, pero me tomé algunas atribuciones ese día por motivos de fuerza mayor.

Imagen propiedad de Kuribo