Empecemos por aclarar algo. A nadie le gusta el Spam. Aunque creo que eso no es nuevo para nadie, es muy común recurrir a prácticas de este tipo sin que nos demos cuenta. Cuántas veces hemos escrito un Post que, consideramos, quedó increíble y le empezamos a hacer Mentions a todo el mundo en Twitter, pensando en que ellos estarían tan interesados como nosotros en leerlo. Eso por el lado de los blogs, pero pasemos al lado del usuario de Facebook común y corriente que les pide a todos sus contactos que le den Like a una foto porque están participando en un concurso. De verdad puede resultar molesto que alguien con quien no hablamos hace 4 años nos pida un favor. O ustedes qué opinan.


Claro, creo que estoy sobredimensionando las cosas y quizás los dos ejemplos de arriba no den para tanto, pero lo hago solo para poner en contexto una realidad a la que muchos blogueros nos vemos enfrentados todos los días desde la bandeja de entrada de nuestro correo: agencias de relaciones públicas enviando comunicados de prensa sobre temas que no son ni han sido nunca de nuestro interés.

Por lo general van más o menos así:

Hola Daniel, ¿cómo estás? 

Te comparto una nota de prensa sobre [INSERTE AQUÍ EL TEMA  Y UN BREVE RESUMEN DEL COMUNICADO] Muchas gracias por tu tiempo, 

Que tengas un buen día.

Att: [NOMBRE DEL EJECUTIVO DE CUENTA]

Y debajo o adjunto envían el comunicado que, si fuera por ellos, uno debería publicar al pie de la letra. O al menos esa es la sensación que uno tiene al examinar lo que yo he llamado como el penoso papel del periodismo de clicks: sitios de noticias más preocupados por los clicks y las métricas, que por entregar información relevante. Entonces reciben un comunicado, y solo por llenar espacio le ponen un título que llame la atención, una foto bonita y el trabajo está hecho. No le cambiaron ni una coma. Eso es más barato y rápido que mandar a un periodista a hacer una investigación seria sobre un tema de relevante.

Ya sea un periodista que trabaja para un gran medio, un bloguero que escribe por amor al arte, o uno que lo hace con el objetivo en mente de informar desde un blog sobre un tema en particular, en todos estos escenarios el bloguero/periodista seguirá recibiendo más información impersonal de la que puede llegar a publicar. Y todo porque todo es tan fácil como enviar un correo masivo a toda una base de datos en la que a todos les llega la misma información. Si cinco publicaron, el trabajo está hecho y seguramente vuelva a funcionar la próxima vez.

El problema desde el lado de los blogs es que en la mayoría de los casos se trata de gente que no tiene ningún afán de publicar y lo puede hacer cuando quiera, pues al tener una relación más próxima con sus lectores tiene la obligación de entregar contenidos de calidad o corre el riesgo de perder tráfico. Diferente es el caso de un periodista de un medio grande al que le exigen un mínimo de noticias hacia el final del día. En el afán de este último es muy común que se agarre de uno de esos comunicados de prensa para cumplir con su meta diaria. Estos por lo general trabajan en sitios que reciben miles o millones de visitas y el tráfico no se va a caer por un par de noticias mediocres publicadas.

Todo esto quiere decir que desde el lado de los blogs es más común la postura de publicar algo porque a uno le nace y de desechar toda la información que no sirve para nada. En cambio en periodismo, por comentarios de compañeros que trabajan en medios grandes, sé que es muy común ser obligado a escribir sobre las que uno ni siquiera está de acuerdo, pues hay mucho dinero de los anunciantes de por medio y el trabajo de uno bajo ese contexto está limitado a simplemente escribir sobre lo que digan los superiores.

Por eso, amigos relacionistas públicos, es incorrecto darle el mismo trato a un periodista, que a un bloguero. Claramente, aunque parecidos, son muy diferentes los perfiles y no podemos entregarles ni la misma información, ni hacerles las mismas invitaciones.

Todo esto lo digo tras recibir un par de comunicados cada semana y eventuales preguntas de conocidos que trabajan en esto sobre si les puedo publicar una nota sobre su cliente, cuando claramente mi blog no es el perfil que deberían estar buscando. Como he dicho una y otra vez, mi blog no trata sobre nada, y no haría sentido que de la nada apareciera una publicación sobre un próximo evento de cine o el lanzamiento de un nuevo disco de música popular que ni yo escucho. Más que hacer un favor, lo que haría sería deteriorar la calidad de los contenidos del blog y correría el riesgo de perder algunos lectores.

Mi propuesta


Ante todo lo anterior, el tener un blog, junto a la experiencia de haber trabajado y conocer la industria del SEO, desde donde hemos tenido que aprender un poco de relaciones públicas, me ha llevado a pensar en alguna propuesta de cómo es que esas agencias de relaciones públicas se deberían acercar a quienes tenemos un blog.

Antes que nada, olvídense de los envíos masivos. Desde este lado es muy fácil ver si me enviaron un correo junto a mil personas más están hablando «a mí» o si de verdad me están hablando a mí. Yo ya sé que el «te comparto una nota» es más falso que una moneda de cuero. En lo que uno se debería fijar para saber qué tan auténtica es la persona detrás de un correo es en el motivo por el que se interesaron en el blog de uno, y otros detalles menores que uno aprende a reconocer.

En mi caso, cuando me engancho a un blog y quiero contactar a su autor por X motivo, siempre procuro decir cómo encontré su sitio, qué fue lo que me llamó la atención y le manifiesto claramente el objetivo del correo. Todo esto va en contravía del hecho de «compartir una nota» porque sí. Si fuera por eso voy a Facebook y me voy a encontrar a todo el mundo compartiendo su vida. Por eso, si tienen un blog y alguna vez les llego a escribir, van a encontrar algo más o menos así:

Hola, [NOMBRE DEL AUTOR DEL BLOG] 

Mi nombre es Daniel Afanador. Soy de Colombia y soy lector de [TU BLOG] desde hace poco más de [X TIEMPO]. Me enganché por [Y AQUÍ EXPLICO CÓMO ENCONTRÉ EL BLOG]

Te escribo, primero, porque me has servido de referencia para hacer algunos cambios a mi blog […]

También te escribo para comentarte que enlacé a uno de tus artículos en mi post de esta semana. […]

Te mando un saludo


Algo que sale a la luz en el ejemplo que acabo de dar es que yo no le estoy pidiendo nada a la persona a la que le estoy escribiendo sin antes establecer una relación próxima. Si, volviendo a los zapatos del relacionista público, quiero que desde ese blog me publiquen una nota, yo debería establecer una relación desde mucho tiempo antes, y asegurarme de que conozco muy bien los temas que se manejan en ese sitio. Eso es mejor que enviar frío correo igual a todos los que uno recibe de otras agencias.

Todo esto apunta a que entre blogueros nos comunicamos de otra manera, y si no estás dentro de su ambiente lo mejor es que aprendas a entender estas interacciones.

¿Por qué mirar hacia los blogs?


Esa es una buena pregunta. Si un sitio como El Espectador o El Tiempo recibe varios millones de visitas en un día, y un blog apenas unos cientos o varios miles como mucho (además de que este dato suele ser secreto), ¿por qué deberíanos fijarnos en un nicho tan pequeño?

2 razones, por ahora. La primera es que, como ya dije, entre blogs y lectores las relaciones son más próximas, así que si desde un blog se recomienda X producto, es más posible a que se establezcan relaciones a largo plazo entre la marca, los lectores y el autor del blog. Mientras tanto, en un medio tradicional a veces es muy difícil diferenciar cuándo estamos hablando de publicidad, publirreportajes y notas llegadas de una agencia de relaciones públicas. Esa saturación de información comercial lo único que consigue es que muchos lectores terminen rechazando esos mensajes.

Y en segundo lugar, si la empresa es inteligente, debería estar trabajando todos los esfuerzos de comunicaciones en conjunto. Aquí exactamente voy a referirme a la relación SEO y relaciones públicas, donde el sitio de una empresa se va a ver beneficiado en los motores de búsqueda en Google si hay muchos enlaces desde blogs apuntando hacia el sitio oficial (más información al respecto aquí y aquí). Aparecer en los primeros resultados de búsqueda significa más clientes potenciales, y esto se transforma en ventas, lo cual no debería dejar de llamarnos la atención si tenemos en cuenta que el 90% del tráfico, sea cual sea la industria, llega desde Google (si ya tienen un blog o tienen acceso al sitio alguna empresa, miren el Google Analytics).

Ya para concluir, si trabajas en relaciones públicas, deja todo lo que estés haciendo y pregúntate si la última vez que te pusiste en contacto con un bloguero lo hiciste de la manera correcta. Debes aprender a crear mensajes diferentes para periodistas y para blogueros. En últimas, estarás contribuyendo para que esa marca que te da de comer tenga una mejor recordación de marca y aumente sus ventas, que es en el fondo la razón por los que ellos necesitan tus servicios. Todo esto porque los blogs tienen más poder del que tú crees.

Daniel Afanador
Correo

Imagen propiedad de Niuton May