Vamos a aclarar algo: a los sitios de noticias en Internet no les interesa entregar información «objetiva» o «imparcial», si es que algo de eso existe. No les interesa hacer un trabajo de periodismo investigativo, ni cumplir con su función social dentro de la sociedad. Su único interés es que al final de mes los anunciantes hayan pagado por un mes más de pauta, que aumenten los lectores y que las ganancias crezcan como espuma, en la misma medida en que el trabajo informativo se deteriora. Parece que estuviera hablando de todos los medios en general: de prensa, radio, televisión e Internet. Parece que ninguno se salvara. Sin embargo, hoy quiero hacer mención especial a los medios digitales. Muchos viven de vender humo a cambio de impresiones o clicks.


Imagínate que eres un comercial de un sitio de noticias en Internet. Tu trabajo es ofrecer espacios de pauta, y que los anunciantes te paguen por aparecen en algún lugar de tu sitio. ¿Cuáles son tus armas para cumplir con tu trabajo? Muy fácil. El sitio tiene unas herramientas de medición para saber cuántas visitas has recibido, cuántos clicks, de dónde han llegado, cuánto tiempo han permanecido en el sitio antes de irse, cuántos han dado click en los banners de los otros anunciantes. En fin, tienes miles de datos para convencer a un cliente potencial, una empresa que tiene bastante dinero para invertir en publicidad, de que es una excelente idea invertir en tu sitio, que su marca va a llegar a miles o hasta millones de personas y que eventualmente esto repercutirá en sus ventas. Suena bien, ¿no?

Pero si te fijas, en medio de ese discurso no se menciona por ningún lado el tema de calidad informativa. Solo se habla de datos de medición, que finalmente son muy fáciles de inflar si ponemos gente que sepa vender humo detrás del teclado, en vez de gente que de verdad sepa hacer una buena labor periodística. Además de lo anterior, es más fácil titular una noticia y atraer clicks si el título de una nota es Jennifer Aniston está embarazada, que si una nota que pueda llegar a invitar a reflexionar sobre la educación o la pobreza. Échenle una mirada a este Top 10 de noticias más leídas durante una semana en El Espectador. Solo encuentro una noticia que no tenga que ver con temas frívolos ni superficiales. Ese es el penoso papel del periodismo de clicks: poner sobre la agenda temas de discusión que no llevan a nada.

@AndreaGuerreroQ opino que el periodismo que busca clicks o tráfico web es bastante lamentable.
— Luis Delgado Ordóñez (@ludeor) July 29, 2014

No obstante, sería injusto decir que esto lo hacen todos los medios y que todas las noticias llevan títulos de este tipo. Para hacer una afirmación de este calibre sería necesario hacer una revisión sobre varios medios en línea con un poco de rigurosidad para confirmar nuestra hipótesis, pero a la larga si entramos a cualquier sitio de noticias en Internet vamos a confirmar lo que estamos diciendo aquí. Pero por otra parte, aunque llegue a haber un gran número de noticias de política y economía, basta dar click en el título para ver el fondo del asunto: comunicados de prensa publicados casi al pie de la letra, noticias llegadas de agencia sin editar, notas cuyo origen es una agencia de relaciones públicas, y en el mejor de los casos noticias de interés nacional y hasta internacional limitadas a una fuente.

Quiero ponerles 2 ejemplos. El primero, más de un medio colombiano agarrándose de una mala traducción de un diario inglés para sugerir que a uno de los 2 porteros del Arsenal inglés no le caía bien David Ospina. Sea como sea, ese tema llama la atención y aumenta cualquier tasa de clicks o de impresiones. En cambio, tomarse el trabajo de ir a la declaración oficial en polaco y traducirla no tanto. La otra, una declaración de Iván Cepeda, un personaje odiado por más de la mitad de los colombianos, en la que afirma que «guerrilleros pueden ser considerados víctimas del conflicto». Claro, aunque sea odiado por muchos, y más que cuestionable lo que dijo, no se justifica descontextualizar toda una declaración en la que se hablaba de proceso de paz y Derecho Internacional Humanitario.


Aunque di solo 2 ejemplos, insisto en que no podemos asegurar que todos los medios de comunicación se comportan exactamente igual. Lo que sí podemos es empezar a leer con otros ojos todas las noticias que se nos cruzan todos los días por Internet. ¿Cuántas realmente nos aportaron algo y cuántas nos hicieron solo perder el tiempo?



Y, entonces, cuál es la propuesta

Como lo mencioné en un post reciente, creo que debemos ser más selectivos con la información que consumimos. Si un medio de comunicación nos trata de meter los dedos en la boca no una, ni dos, ni tres, sino que ya tiene comprometida con nosotros su rigurosidad periodística, creo que lo mejor es dejarlo de leer. Yo he dejado de entrar a El Espectador últimamente y a El Tiempo hace años porque me cansé de que jueguen con la información de esta manera. Esto sumado al asunto de Andiarios vs. PULZO, que demostró que los medios en comunicación en Colombia no entienden el concepto de medios digitales ni cómo funcionan.


Todo este escenario plantea una invitación a informarnos más desde blogs, nuevos medios y medios alternativos. ¿Saben cuántos millones de blogs hay indexados en Google? Tenemos infinitas fuentes de información, y tristemente nos seguimos aferrando a las mismas de siempre. Por supuesto, una persona leyendo un blog y que deje de leer el sitio web de un periódico no va a generar ningún cambio real, pero miles de personas haciendo lo mismo logran quedarse con un pequeño pedazo de la torta. De hecho, en SEO hay un concepto llamado Long Tail (cola larga) que sirve para explicar este fenómeno: cuando un porcentaje muy alto del tráfico se lo llevan contenidos por las que nadie da un peso. Aunque es un poco más complejo, en este caso lo menciono para decir que hay millones de blogs por los que nadie da un peso pero que le roban tráfico a alguien con más poder. ¿Por qué no estamos apoyando esto? 


Y, por último, si algo importante llegase a salir de uno de esos medios con poder, tarde o temprano nos vamos a enterar por voz de alguien más y seguramente lo terminaremos leyendo: ya dependerá de nosotros si nos queremos informar desde la fuente original, o si queremos que alguien más nos lo cuente. Les dejo para que lo piensen.

Daniel Afanador