Desde que se empezó a hablar en 2012 de que más de una empresa estaba trabajando en un prototipo de reloj inteligente, me pareció un despropósito de producto que, pensaba en esa época y todavía hoy lo sostengo, no tiene ningún sentido, más cuando a 2 años de eso ya han aparecido Android Wear y Apple Watch. Las mismas empresas que hoy están en una dura batalla por quién tiene el mejor sistema operativo para teléfonos móviles han llevado sus diferencias a un producto innecesario como lo es un reloj inteligente.

Si empezamos hablando desde un punto de vista social, creo que muchos recordarán la época en la que la marca Blackberry y sus teléfonos con teclado Qwerty se empezaron a masificar por allá entre 2010 y 2011. Hubo un momento en el que uno no podía sentarse a comer con amigos en un restaurante porque todos iban a estar más pendientes de lo que había detrás de la pantalla, que quien estaba físicamente a su lado. Para entonces, en una posición un poco drástica, aseguré que no necesitaba un Smartphone. Varios meses más tarde yo era defensor del sistema operativo de Google (y aún hoy lo soy). No obstante, a lo que me refería en esa época era más mi posición en contra de un dispositivo que alejaba a las personas, aunque eso sin despreciar las ventajas que traía estar a solo unos clicks de cualquier persona de nuestro circulo social.

Pasó el tiempo y aprendimos a convivir personas y Smartphones. Ya estamos más dispuestos a dejar el celular boca abajo mientras hablamos con alguien. No todo el mundo lo consigue en un 100%, pero por lo menos ya podemos decir que una conversación puede fluir sin que intervenga una notificación en el celular, o al menos más que hace unos años. Todo esto a pesar de tener al frente un computador, un televisor al lado y hasta una tableta por ahí guardada. De alguna manera conseguimos mantener nuestro foco y seguiremos mejorando. Ya somos conscientes de esa persona que está al frente.

No obstante, la llegada de un reloj inteligente no es que ayude mucho. Ahora quienes se quieran hacer con un reloj de Apple o de Android habrán de distribuir su atención entre un dispositivo más. ¿No es acaso lo contrario lo que deberíamos estar buscando? Entre otras cosas, para qué queremos ver la hora, que se supone que es la función principal de un reloj, cuando ya la podemos ver en el celular y la mayoría de nosotros permanece más de 8 horas por día al frente de un computador, donde en algún lugar en una esquina superior o inferior está indicada la hora. En el peor de los casos podríamos cargar un reloj de pulso que simplemente responda a la pregunta de «qué hora es».

Pero esto no nos basta. Queremos un dispositivo con el que queramos enviar y recibir mensajes, medir cuánto caminamos, cuántas calorías hemos quemado y hasta hacer pagos. ¿Es de verdad tan necesario? A menos que seamos unos fanáticos de Apple/Android o quizás nos consideremos unos Early Adopters, no veo por qué una persona común y corriente quiera saber todo esto. El hecho de querer saber si hoy ya hemos quemado todas las calorías que necesitábamos o de cargar con la información de todas nuestras tarjetas lo único que hace es que estemos pendientes de más cosas cuando en realidad deberíamos estar pendientes de menos y disfrutar del poco tiempo libre que tenemos (si es que nos queda algo de eso).

Esa crítica en cambio no creo que se la podamos hacer a un celular, a una tablet o a un computador. El celular desde que sirva para hacer y recibir llamadas o mensajes de texto ya cumple con su función más básica de comunicarnos. Todo lo demás es un lujo muchas veces innecesario que varía de persona a persona: en mi caso, una buena cámara en el celular y el sistema operativo marcan la diferencia. Por otro lado, una tableta, no sé para qué la usen ustedes. Yo practicamente solo para ver series en Netflix (porque no tengo televisor) o leer libros en Kindle. Y el computador…bueno, el computador lo uso prácticamente para todo: escuchar música, ver vídeos, escribir, leer blogs. 

Ahora les pregunto, ¿qué función básica se supone que le deleguemos a un reloj cuya pantalla no mide más de 2 pulgadas?

Y a todo lo de arriba sumémosle una cosa. Yo cargo un reloj mecánico de mano marca Casio desde hace más de año y medio, y nunca le he cambiado la batería. No quiero saber lo decepcionante que es tener que cargar un reloj cada día y medio, si tenemos en cuenta que ningún fabricante ha sido capaz de desarrollar una batería decente para celular. 12 Horas de uso y ya no da más. Eso hablando de un teléfono nuevo. ¿Cuánto va a durarle la batería a un Smart Watch que está todo el tiempo midiendo nuestra actividad?


Este vídeo pone en duda la necesidad de un reloj inteligente


Y una cosa más: un reloj que solo va a servir de algo si tiene un iPhone a pocos metros de distancia.


Daniel Afanador