aplicación móvil de Facebook
Si comparamos qué tan vulnerables son las mayores empresas de tecnología del mundo, es probable que entre Apple, Google, Amazon, Microsoft y Facebook, esta última sea la más vulnerable de todas. Es lo que estamos viendo en este momento, tras un cambio en las políticas de privacidad de los dispositivos de Apple con iOS 14, o sea todos los iPhones actualizados a su última versión.

Si bien Apple vs. Android suele ser una torta repartida 10% para Apple y 90% para Android, esto solo es así porque Android tiene una gran penetración en mercados emergentes como China, India y Latinoamérica, donde el grueso de la población tiende a buscar dispositivos más baratos.

Ya en Estados Unidos y Europa, las diferencias empiezan a caer. Mientras que en Europa esta diferencia cae a 30 para iPhone contra 70 de Android, en Estados Unidos este escenario se revierte con 60 para iPhone y 40 para Android. En efecto, el poder adquisitivo en estos mercados permite que más gente pueda tener acceso a dispositivos de gama alta.

¿Quién controla la infraestructura?

Independiente de quién sea más fuerte, Apple y Google dominan el ecosistema de dispositivos móviles desde hace una década cuando acabaron con BlackBerry y Nokia. Su posición es similar a la de Microsoft con Windows en computadores de escritorio. Con esto, es muy difícil, si no imposible, que llegue alguien nuevo a disputarles el mercado.

Es por eso que Apple, Google y Microsoft están protegidos. Son monopolios sobre cuyo software corren las aplicaciones, programas y servicios que todos utilizamos. Pasa algo parecido con Amazon Web Services y Linux*. Sobre su infraestructura funciona gran parte de Internet.

*Linux no es una corporación como las demás empresas mencionadas en este post, sino un proyecto de la comunidad de Software Libre.

Y aquí es donde agarramos mal parado a Facebook, pues ya sea en escritorio o en celulares, sus servicios corren sobre sistemas operativos y navegadores que no le pertenecen. Están regidos por las normas de un tercero que está por fuera de su zona de dominio. Facebook tiene que seguir las normas de la App Store para funcionar en un iPhone o de la Google Play Store para que sea descargable en Android. No ceñirse a las reglas significa la posibilidad de desaparecer del ecosistema. Al final, no son tan diferentes de cualquier otra aplicación de un desarrollador común y corriente. Al final, las reglas son las mismas para todos.

Parafraseando a George Orwell, en un libre mercado todos son iguales, pero algunos son más iguales que otros.

Obedecer o desaparecer de la faz de Internet: el caso Parler

Para entenderlo mejor, veamos el caso de Parler, una especie de Twitter usado por la extrema derecha, donde más que libertad de expresión había amenazas de muerte, contenido violento y destrucción de reputaciones, cosas que las tiendas de aplicaciones no toleran. La gota que derramó el vaso fue el intento de golpe de los seguidores de Donald Trump a comienzos de 2021, en el que 5 personas resultaron muertas. Por su parte, Parler se declaraba defensor de la libertad de expresión, tema del que ya hablamos aquí en el blog (Libertad de expresión en tiempos de #FakeNews).

De la noche a la mañana, Parler dejó de estar disponible no solo en las tiendas de aplicaciones, sino que Amazon los expulsó de Amazon Web Services, pues habían estado violando reiteradamente los términos y condiciones, quedándose así sin sistemas operativos móviles dónde ser mostrados o, peor aún, sin infraestructura sobre la cual funcionar. La página al momento de escribir este post devuelve un error 503

El dilema de Facebook y la privacidad

Lo que pasó con Facebook y Apple en semanas recientes es que, debido a una actualización en las políticas de privacidad de Apple, ni Facebook ni ninguna otra aplicación van a poder recopilar datos de los usuarios de la forma que lo habían hecho toda la vida. Ahora van a ser obligados a consultarle al usuario si está de acuerdo y este podrá decir que no. De esta forma, Facebook deja de recibir datos que son usados para mostrarnos contenido y anuncios relevantes. Con menos datos, toda la personalización de contenido se ve afectada, lo que significa contenido y anuncios menos relevantes, menos interacciones y menos tiempo dentro de la aplicación.

La respuesta inmediata de Facebook fue decir que no estaban de acuerdo con los cambios, pero que los iban a aplicar. Según ellos, esto afectaría a negocios de todo el mundo que usan sus herramientas publicitarias para vender sus productos. Agregaban que se estaba poniendo en riesgo la Internet libre como la conocemos. A modo de protesta, Facebook sacó un anuncio a página entera en varios periódicos impresos de Estados Unidos y se dijo inclusive que iban a entablar acciones legales en contra de Apple. Lo que busca Facebook con todo esto es poner a la opinión pública de su lado en un tema relacionado con la privacidad de sus usuarios, un tema en el que no tienen la más mínima autoridad.

Al igual que otros negocios como Uber o Rappi, que crecieron gracias a vacíos legales en temas laborales (aquí un post en el que hablo del tema), el caso de Facebook es similar en el sentido de que durante años nunca hubo políticas claras que protegieran la privacidad de los usuarios. Poco a poco fueron los propios Gobiernos como la Unión Europea, Brasil o el Estado de California que fueron poniendo a Facebook contra las cuerdas. En la práctica podían seguir haciendo lo mismo de toda la vida, pero debían ser más explícitos al explicar lo que estaban haciendo con todos los datos que recopilaban. Pero con esto cada vez tenían más ojos encima, aun más tras escándalos como Cambridge Analytica, la elección de Donald Trump en 2016 o el reciente documental de Netflix de el dilema de las redes sociales. Era solo cuestión de tiempo para que una empresa del tamaño de Apple actualizara su política de privacidad y terminara de empeorar las cosas.

Monetización en peligro

Hablamos mucho en este post de Facebook, dueño de Instagram, WhatsApp y Messenger, pero en realidad este cambio impacta a todas las plataformas cuya fuente de ingresos principal sea la publicidad. Hablamos también de Twitter, YouTube, TikTok, Pinterest y Snapchat. Las redes sociales, que usábamos sin pagar un centavo, resultaron siendo las grandes perjudicadas, pues su modelo de negocio siempre se basó en vender anuncios segmentados a públicos muy específicos.

Con menos datos, la calidad de los públicos que estas plataformas venden empeorará. Quizás se acaben equilibrando por lo bajo. Twitter, por ejemplo, nunca tuvo acceso a tantos datos como Facebook, que sabía quiénes eran nuestros amigos, qué páginas visitábamos, qué aplicaciones instalábamos, con quién hablábamos, etc.

Ya por el lado de herramientas de búsqueda como Google, el impacto va a ser menor, pues Alphabet (dueña de Google) tiene otras fuentes de ingresos. Si bien el grueso de los ingresos de Google proviene de la publicidad, durante los últimos años fueron apareciendo productos por los que tenemos que pagar, como YouTube Premium, YouTube Music, Google One, Google Cloud, celulares Google Pixel, Chromebooks, etc. Google de hecho está preparando un gran cambio en los cookies de Google Chrome, como fue anunciado en el blog de Chromium, siendo los cookies una de esas tecnologías invisibles que hacen posible que veamos anuncios relevantes en Internet. Es decir, Google tiene más margen que Facebook para adaptar sus productos a los cambios de la industria.

El problema de Facebook con el Hardware

Y aquí es donde más le pesa a Facebook no contar con Hardware propio. En su momento Facebook vio que esto podría ser un problema e intentaron crear su propio celular basado en Android, el HTC First, proyecto que resultaría siendo un fracaso. El precio de la unidad pasó de 99 dólares a 99 centavos. Lección aprendida, adquirieron Oculus, su producto de realidad virtual (vídeo arriba); presentaron Portal, un dispositivo para hacer videollamadas; iban a sacar unas gafas con Ray-Ban para competir con los Spectacles de Snapchat; y mientras escribía este post anunciaron que en 2022 lanzarían un reloj inteligente para competir con Apple.

El problema es que todos estos productos no son de consumo masivo como lo es la aplicación principal de Facebook. El libro de Blake Harris sobre la historia de Oculus ya nos contaba que este siempre fue un producto de nicho, siendo Oculus el producto de Hardware más exitoso en la historia de Facebook. Si Facebook sobrevive gracias a Oculus, nunca nadie los va a detener.

Todo lo malo que haces se te devuelve (algún día)

Ahora recordemos una cosa: esto mismo por lo que está pasando Facebook es lo que Facebook les hizo pasar a desarrolladores que corrían sus aplicaciones sobre su plataforma en la segunda mitad de los años 2000. Eran los juegos dentro de Facebook en los años 2007 y 2008 aproximadamente. Juegos como Farm Ville y Tetris Battle abusaban del servicio de notificaciones hasta que Facebook los cortó de raíz. En esa época Facebook era la plataforma sobre la que otros desarrolladores querían ganar dinero, una relación muy similar a la que Facebook tiene hoy con Apple.

Hoy hay miles de aplicaciones más que usan la tecnología de Facebook para funcionar. Spotify, Tinder y Pinterest usan nuestras credenciales para configurar nuestros perfiles y personalizar el contenido, pero el día en que Facebook les corte los datos no será tan grave. Pasarán a pedir datos de forma tradicional, no con nuestro perfil de Facebook, sino con nuestro correo electrónico o teléfono y ya está. En tiempos en que la tecnología iba a toda velocidad y Facebook decía «muévete rápido y rompe cosas», en cuestiones de privacidad Facebook no fue tan rápido como otros servicios que tenían un Plan B para no ser tan dependientes. El plan de Facebook siempre fue abusar de los datos a los que tenían acceso.

Y ahora con menos datos y una batalla contra otro gigante, Facebook contra Apple es como David contra Goliath. Los usuarios llevaban años pidiendo más privacidad, y lo que hizo Apple fue traerla en bandeja de plata, y acelerando el cambio de una era en la que la privacidad está por encima de todo, inclusive de Facebook.

Imagen: Eduardo Woo